‘Y AHORA, SONSOLES’, ESTRENO ESTE LUNES (19:00H)

Sonsoles Ónega: “Nunca pensé que mi fichaje por Antena 3 pudiera tener tanta repercusión”

SOBRE SU DESPEDIDA DE PAOLO VASILE: “FUE LA MÁS LARGA DE MI VIDA”

Hablamos con Sonsoles Ónega (Madrid, 1977), que debuta este lunes en Antena 3 con un magacín de actualidad que aunará información con entretenimiento.

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Antena 3 estrena este lunes un programa de autor. Un espacio diseñado por y para Sonsoles Ónega, flamante fichaje de Atresmedia que, en una jugada de habilidad, supo seducir a la periodista para que cambiase Fuencarral por San Sebastián de los Reyes.

La madrileña, que lleva esperando este día desde que se formalizó su incorporación al grupo, asegura estar “llena de nervios y de estrés”. No obstante, está dispuesta a devolverle al grupo la confianza que ha depositado en ella. “Espero estar a la altura y no defraudar”, asegura.

En cuanto al formato, la comunicadora explica que Y ahora, Sonsoles es “un magacín que cuenta la actualidad desde el entretenimiento”, que tendrá una hora de duración y cuya emisión será diaria. “A mí lo del diario no me puede gustar más porque es un formato que permite corregir, que te permite ver los resultados y analizarlos en muy poco tiempo”, señala.

Tengo curiosidad. ¿Alguna vez, secretamente, soñaste con trabajar en Atresmedia?

No, la verdad es que no. No soy muy de soñar proyectos profesionales. Es más, a lo largo de mi vida siempre todo me ha venido dado, de alguna manera. Me han ofrecido oportunidades que he intentado aprovechar con lo mejor de mí, con lo que tenga, para bien y para mal. No es algo que se me hubiera pasado por la cabeza, en absoluto.

Sé que lo has contado muchas veces, pero ¿cómo fue esa primera toma de contacto? ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando supiste que te quería fichar Atresmedia?

El 1 de julio yo recibo una llamada, que es el día que cancelábamos o que terminábamos la temporada de Ya son las ocho. Me llamó la secretaria de un directivo de la cadena diciéndome que me quería conocer y yo pensé “bien, no tengo ningún problema en conocer a nadie”. En aquel momento pensé que se trataba de algún proyecto audiovisual pero relacionado con la literatura, que es lo que a mí me enganchaba a este grupo hasta ahora.

Pero la sorpresa fue descubrir que tenían para mí un proyecto de futuro que pasa por hacer un magacín en directo en la cadena. En ese momento no se estableció ninguna franja horaria, ni se cierra el tipo de programa que va a ser. De hecho, cuando yo empecé a trabajar físicamente en septiembre tampoco teníamos claro qué íbamos a hacer y a qué hora.

En cuanto al desarrollo de las cosas, yo pedí que fuera rápido porque estábamos preparando ya la temporada de Ya es mediodía y no quería participar en reuniones con mi equipo sabiendo que podía estar pensando en irme. Así que, yo eso se lo pedí a Antena 3, les pareció bien y en pocos días decidí que había llegado el momento de dar el cambio.

¿Con quién hablaste después de esa reunión?

En la toma de esta decisión me ayudó mucho mi familia, sobre todo mi padre y mi hermana. Son mis dos consejeros más atentos, a los que tengo esclavizados totalmente. Creo que tendré que resarcir de alguna manera la dedicación que me prestan porque soy muy pesada y muy intensa (ríe). Ellos lo vieron claro, quizás porque me conocen y porque conocen también el mundo de la tele.

Mi hermana trabaja en TVE, mi padre también ha trabajado en diferentes cadenas… Los dos pensaron que era el momento de dar el cambio y me ayudaron a decidirme. Y con todo el dolor porque irte de la casa donde has sido tan feliz, donde te han dado tantas oportunidades y donde seguramente tendría otras, pues es doloroso. Es muy difícil; no sé si hay forma de hacerlo bien para todos, pero yo intenté hacerlo de la mejor manera posible.

Lo que no calculé, y ahí confieso un error, fue la expectación que produjo el cambio. Probablemente por una infravaloración de mí misma. Eso me sorprendió y me ha costado reconocerme en algunas de las cosas publicadas. Yo soy una humilde periodista a la que le dieron una oportunidad y ha intentado dar lo mejor de sí misma todos los días.

¿Nunca imaginaste que tu fichaje por Antena 3 iba a ser tan sonado?

No, en absoluto. De verdad te lo digo. No es falsa modestia ni hay un ápice de impostura. No pensé que iba a tener esa trascendencia entre los medios y en nuestra profesión. De haberlo sabido tampoco sé que hubiera cambiado porque creo que actué con el corazón e intentando ser lo más honesta posible con mis jefes y sobre todo con Paolo Vasile, que fue quien me dio la primera oportunidad. Fue él quien aprobó que yo me fuera a hacer información parlamentaria en 2008. Solo le puedo estar agradecida con mayúsculas. Y si no lo estuviera, no me lo perdonaría.

Después de cerrar el acuerdo, lo siguiente era comunicarlo en Mediaset. ¿Cómo fue esa reunión con Paolo Vasile?

Bueno, tuvimos una reunión en su despacho cuando yo terminé el programa. Pensé que iba a estar menos tiempo de lo que luego estuve. Fue probablemente la despedida más larga de mi vida. Me costó casi más que formalizar una separación matrimonial. Oye, que hay matrimonios que duran menos que mis 14 años en Telecinco (ríe).

No fue fácil porque a Paolo le quiero y le querré siempre. Él siempre me ha demostrado un talento, un genio y desde luego muchísimo cariño. Me costó mucho decírselo pero las cosas que allí pasaron se quedarán allí. Es una cuestión de mera prudencia y convicción personal de que estas cosas no se cuentan. Nos despedimos con un par de besos y ya.

Vamos a entrar en materia. ¿Cómo es Y ahora, Sonsoles? ¿Qué elementos destacarías del programa?

En la tele es difícil inventar. Los creadores de formatos televisivos con más éxito lo saben. Yo no me considero una creadora de la televisión, sino todo lo contrario, una asalariada de la televisión. Venimos a abrir una ventana de directo en las tardes de Antena 3 con el objetivo fundamental de contar la actualidad desde el entretenimiento.

Vamos a incorporar un elenco de colaboradores muy diverso y muy distinto entre ellos. Estamos haciendo combinaciones que, a mi juicio, funcionan y son capaces de crear esa magia que luego se traslada desde el plató hasta los hogares. Incorpora también un público que yo quiero que sea muy activo, es decir, que no sean meros acompañantes o parte del decorado.

Y además, en el programa no sólo participo yo, los colaboradores tienen sus secciones claramente diferenciadas en las que también aportamos datos, información, imágenes curiosas… Todos los ingredientes de un magacín van a estar aquí. Incorporamos también la crónica social como un elemento más que entendemos que ya está en la conversación del ciudadano. Nosotros queremos hablar de todo lo que habla el ciudadano. Acompañarle en su conversación o continuar esa conversación desde la tele hasta sus casas.

Hablas de la crónica social. ¿Qué peso va a tener en Y ahora, Sonsoles?

No tenemos una escaleta rígida. Es decir, la propia actualidad te permite romper una escaleta diez minutos antes. ¡Ojalá nos pase! No hay nada mejor para un programa en directo que puedas romper una escaleta antes de entrar en plató. Todo dependerá de la actualidad. Imagínate que nos hubiera tocado contar la historia de Tamara Falcó, pues igual hubiera ocupado los 60 minutos que dura el programa.

El día a día irá diciendo y el propio día a día del programa nos guiará. Los programas empiezan de una manera y se van moldeando en función de las preferencias de la audiencia, de la que hay que estar atentos. Ellos son los que te están dando la temperatura de la recepción. Al final nosotros vivimos de esto, como vosotros de los lectores, o los escritores de libros, de las ventas. En principio, nacemos así e iremos viendo.

La franja de emisión del programa es perfecta para que triunfe. ¿Qué expectativas tienes en materia de audiencia?

Bueno, sí que es verdad que el programa está muy bien arropado por delante con Tierra amarga y con Pasapalabra por detrás, que es líder indiscutible desde hace muchos años. Eso nos deposita mucha responsabilidad, no creas. Tenemos la presión de contribuir a conservar el liderazgo de Antena 3. Es un arma de doble filo. Evidentemente está muy bien, pero ser los teloneros de Pasapalabra implica saber incorporarnos a los hábitos del espectador, que lleva muchos años sin tener un programa así en las tardes. Ellos tienen sus costumbres y tenemos que ser lo suficientemente atractivos como para que las cambien y decidan vernos.

¿Es el reto profesional más grande al que te has enfrentado hasta ahora?

Bueno, es el reto profesional que más expectación ha generado y eso me llena de nervios y de estrés porque la expectación es solo eso. Luego hay que llenarla de contenido y conservarla con los hechos. Así que, en ese sentido espero estar a la altura y no defraudar. Deseo que la espera haya merecido la pena, pero vamos, te puedo asegurar que he adelgazado dos kilos, estoy llena de nervios y de estrés.

¿Qué mensajes te ha transmitido tu entorno más cercano durante estos meses? ¿Qué consejos te han dado?

Lo que la gente me dice, en general, que sea yo misma, lo cual me parece un consejo maravilloso porque no sé ser de otra manera. Si eso me garantizara algo, pues qué bien, ¿no? Pero no es solo eso. Luego tenemos que afinar con los contenidos, tenemos que afinar con el ritmo, tenemos que combinar bien los debates… sobre todo, acertar, ¿no? Nosotros entendemos que es la conversación del ciudadano sea efectivamente la conversación del ciudadano. Todo está por testar en la pantalla.

Seguiremos Informando…

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