Telarañas y motivos de calabazas inundan desde hace semanas los estantes de los supermercados, mientras que por la calle cada vez son más visibles los sombreros de bruja o pequeños zombies pululando con su mochila a cuestas. Halloween está a la vuelta de la esquina y basta asomarse a la calle para comprobar que esta efeméride de origen celta es ya una tradición más, al menos en su vertiente más festiva, del imaginario colectivo español.
Pero, por encima de todo, Halloween se ha convertido en el pistoletazo de salida de un período dulce para el comercio a nivel global, el otoño. A partir del Día de Todos los Santos comienzan dos intensos meses de ventas marcados por dos de los grandes hitos comerciales del año: el Black Friday y la campaña navideña, que representan un tercio de las ventas anuales de retail y, según estimaciones de la compañía estadounidense Salesforce, podrían incrementarse este año hasta un 7% a nivel global y alcanzar un valor de 1.2 billones de dólares.
“Tanto Halloween como el Black Friday son dos fenómenos relativamente recientes en nuestro país que, sin embargo, han permitido impulsar el comercio electrónico y los envíos de paquetería en España. La pasada campaña de Navidad, que abarca desde el Black Friday hasta el Día de Reyes, batió todos los récords establecidos hasta ahora, generando un incremento de envíos del 163%, una tendencia que esperamos que se mantenga este año”, señala Noelia Lázaro, directora de Márketing de Packlink.
Dulces y calabazas, el impulso del comercio en España
Y es que la llegada de Halloween no solo se traduce en mayores ventas de monos rojos para ir acorde a la última serie de moda, todo tipo de atrezzo y complementos, elementos decorativos terroríficos o maquillaje. De hecho, la campaña de Halloween tiene un enorme impacto en el sector agroalimentario de nuestro país.
Según datos de Eurostat de 2019, España es el segundo país productor de calabaza en el conjunto de la Unión Europea, con más de 129.100 toneladas y solo por detrás de Francia, con algo más de 129.400 toneladas.
Estas cifras permitieron a España convertirse en el principal exportador comunitario de esta baya de cáscara dura, haciéndose responsable del 36% de las más de 21.700 toneladas comercializadas fuera del bloque comunitario, principalmente en el Reino Unido (63%), Suiza (16%) e Israel (11%).
El otro motor económico de la Víspera de Todos los Santos es la venta de dulces y golosinas. De acuerdo con las cifras ofrecidas por Produlce, la principal patronal del sector, la venta de caramelos y chicles, y chocolates y cacao, crecieron hasta un 50% durante el mes de octubre de 2019, último año con registros oficiales, en comparación con sólo cinco años antes. Y es que esta festividad representa ya el 10% de las ventas para el sector.
“Halloween se ha convertido en el nuevo indicador de comienzo de la campaña de Navidad. Una campaña en la que el año pasado volvieron a dominar los envíos de moda y complementos (31%), electrónica (16%), y alimentación (9%) que logró desbancar a los juguetes. Unas tendencias que creemos que podrían asentarse durante 2021”, concluye Noelia Lázaro.
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