SEGÚN DATOS DEL ÚLTIMO IFORME DE LA OMS

Los desechos médicos crecen desde la pandemia convirtiéndose en una amenaza para la salud

 LA GESTIÓN DE ESTE TIPO DE RESIDUOS REPRESENTA EL 3% DE LAS EMISIONES DE GASES CON EFECTO INVERNADERO

Tras la llegada de la pandemia de Covid-19 se estima que la producción diaria de material de desecho pasó de 200 toneladas al día a 29.000 solo entre los meses de febrero y septiembre de 2020

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Con la llegada de la pandemia, el aumento de la atención sanitaria asociada al coronavirus ha desembocado en un incremento de los residuos sanitarios por el mayor uso de los materiales desechables. Un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la producción diaria de material de desecho pasó de 200 toneladas al día a 29.000 solo entre los meses de febrero y septiembre de 2020.

Ahora bien, ¿qué son los residuos sanitarios? Son aquellos residuos que se generan en cualquier centro de naturaleza sanitaria y, de acuerdo a su clasificación, pueden ser desechos comunes exentos de peligro o infecciosos, tóxicos o radiactivos. En el medio hospitalario, el área que más residuos genera es la de quirófano. Le siguen las unidades de enfermos críticos y las unidades de endoscopia. Y, desde el Covid, la utilización de materiales desechables ha tenido un gran impacto sobre la gestión de residuos, siendo el quirófano una de las áreas que más uso hace de este tipo de productos.

Ante tal problema, los autores señalan que esto tan solo es una estimación inicial y que no se está teniendo en cuenta ninguno de los productos adquiridos fuera de la iniciativa de la ONU, ni los residuos generados por el público, como las mascarillas médicas desechables.  Como destacó, al presentarse el informe, el doctor Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización, es necesario seguir protegiendo a las personas y a los trabajadores sanitarios con los equipos de protección adecuados, pero “también es vital garantizar que se puedan utilizar de forma segura sin afectar al medio ambiente circundante”.

La gestión hospitalaria de los desechos, en entredicho

Sin embargo, por el momento, la realidad del reciclaje de los desechos en los recintos hospitalarios dista de ser óptima. el 30 % de los centros no están equipados para gestionar las cargas existentes de residuos sanitarios, y mucho menos la cantidad adicional que genera el COVID-19. Esta cifra aumenta al 60% en los países menos desarrollados.

Esta situación supone exponer a los trabajadores sanitarios a posibles lesiones por pinchazos de agujas, quemaduras y a microorganismos nocivos, a la vez que repercute en las comunidades que viven cerca de vertederos y lugares de eliminación de residuos mal gestionados debido a la contaminación del aire por la quema de residuos, la mala calidad del agua o las plagas portadoras de enfermedades.

“El COVID-19 está forzando al mundo a reconocer las lagunas y los aspectos desatendidos del flujo de residuos y la forma en que producimos, utilizamos y desechamos nuestros recursos sanitarios, desde la cuna hasta la tumba”, afirmó la directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, la doctora María Neira, quien además destacó la necesidad de llevar a cabo un cambio significativo a todos los niveles en la forma en que gestionamos el flujo de residuos sanitarios tanto a nivel mundial como “hasta las plantas de los hospitales”.

Para Neira, esta transformación es “un requisito básico de los sistemas de atención sanitaria inteligentes desde el punto de vista climático, a los que muchos países se comprometieron en la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y, por supuesto, de una recuperación saludable del COVID-19 y de la preparación para otras emergencias sanitarias en el futuro”.

La regulación española en materia de residuos sanitarios

En España, concretamente, la regulación española en materia de residuos sanitarios es de competencia autonómica, pero no es homogénea en todo el territorio nacional en lo que se refiere a su clasificación y nomenclatura. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en la actualidad hay doce autonomías que cuentan con legislación específica sobre esta materia. Son Navarra, La Rioja, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón, Islas Baleares, Galicia, Extremadura, Cataluña, Madrid, País Vasco y Cantabria. 

Además, los residuos sanitarios tienen una clasificación específica y deben ser gestionados de manera segura, tanto por el personal sanitario como por las empresas de recogida de residuos. “Los centros sanitarios están obligados por ley a tratar todos sus residuos de manera separada en función del riesgo que supone para la salud. Sin embargo, durante la pandemia se han producido episodios donde, a lo mejor, no se ha hecho la mejor gestión posible de los recursos a nivel sanitario”, explica, por su parte a El Economista,  Alberto Vizcaíno López, profesor de legislación ambiental del Instituto Superior del Medio Ambiente.

Por último, y tras realizar una primer análisis para cuantificar los desechos adicionales generados, la OMS decidió proponer una serie de soluciones para este problema. “Reducir el volumen de los envases y utilizar materiales de embalaje más sostenibles de productos sanitarios como mascarillas, guantes y vacunas es una medida práctica y probada para reducir los residuos sanitarios y su impacto medioambiental”, concluyó la organización.

Seguiremos informando…

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