RNE no levanta cabeza. Los resultados del último EGM ahondan en la crisis que atraviesa desde hace años. Con 24.000 oyentes menos que al cierre de la temporada anterior, la radio pública está cada vez más lejos de la barrera del millón. Una nueva caída que llega después de que la corporación asumiera una serie de cambios importantes en sus programas.
Pese a ello, los resultados no han sido los esperados. El inicio de la temporada 2022/23 trae consigo un duro revés para RNE, que actualmente cuenta con 973.000 oyentes. Y para más inri, la de diciembre es la segunda ola consecutiva en la que la emisora cae por debajo del millón de seguidores.
Si atendemos a los diferentes programas, observamos como la caída es generalizada. Las mañanas de RNE pierden 24.000 oyentes respecto al mes de julio. El espacio conducido por Íñigo Alfonso firma su segunda caída consecutiva y continúa alejándose de los 800.000 adeptos diarios. El fichaje de Samanta Villar, que hace dupla con Alfonso, de momento no se traduce en buenos resultados.
Los datos no mejoran en las tardes. La llegada de Carles Mesa se traduce en un descenso de la audiencia de Tarde lo que tarde, que cae un 28,3%. El programa, que actualmente cuenta con poco más de 100.000 oyentes, podría perder esta referencia si en abril sufre una nueva caída.
24 Horas, en cambio, experimenta una ligera subida que da cierto oxígeno a RNE en la franja de la noche. En esta ocasión, la incorporación de Josep Cuní como presentador sí se traduce en una mejoría, pues el espacio informativo crece casi un 7% respecto al mes de julio, cuando 24 Horas cayó hasta los 232.000 oyentes diarios.
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