Antes de la pandemia ya existían muchos casos de trastornos alimentarios, sin embargo, desde la cuarentena los TCA no dejan de incrementarse y los ya existentes, parecen haber empeorado
CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA
Los casos de trastornos de la conducta alimentaria aumentan de forma peligrosa en España
LA EDAD MEDIA HA BAJADO A LOS 12,5 AÑOS
Desde el inicio de la pandemia, las cifras de aumento de casos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) siguen una progresión peligrosa en España. Según diversos estudios, los TCA aumentaron un 264,4% durante el confinamiento estricto, y un 826,3% en las primeras salidas tras el “encierro” en nuestro país. Además, al parecer, los más afectados han sido los jóvenes, y entre ellos, los adolescentes.
Se debe tener en cuenta que, a nivel psicológico la pandemia ha tenido y continúa teniendo un impacto terrorífico. Y es que, aunque haya pasado el tiempo, todavía en consulta muchas personas identifican el origen de su problema psicológico en ese periodo de tiempo de restricción. En el caso de los trastornos de alimentación no ha sido diferente, de hecho es uno de los ámbitos en los que más se ha notado el impacto.
En concreto, los ingresos hospitalarios derivados de trastornos relacionados con la salud mental en población infantojuvenil se han incrementado en un 30%. Y de estos, un 20% están actualmente relacionadas con TCA. Además, se estima que las autolesiones derivadas de este tipo de trastornos han aumentado también, un 10%.
Ahora bien, ¿qué es un TCA? Son trastornos mentales que se caracterizan por el desarrollo de un comportamiento patológico respecto a la ingesta alimentaria y que conlleva una obsesión por el control del peso. Las últimas investigaciones muestran que ha dismunuido la edad media en la que se producen, siendo ahora de 12,5 años, un dato, cuanto menos, preocupante, especialmente para los padres.
Actualmente, los trastornos más comunes son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón, aunque también existen otros como la vigorexia o la ortorexia. En todos ellos lo común es que aparece una constante preocupación por la alimentación, que se convierte en algo incontrolable. La comida es una necesidad básica, sin embargo no tendría por qué convertirse en una preocupación diaria.
En España, cerca de medio millón de personas sufren un TCA
En España, a día de hoy se calcula que cerca de medio millón de personas sufren un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA), un trastorno mental que afecta sobre todo a las poblaciones más jóvenes y que se espera que se incremente hasta en un 15% en los próximos 12 años. Ante tal situación, el ministerio de Hacienda y Más País Verdes Equo han llegado a un acuerdo, para la creación de un Observatorio que trabaje junto a asociaciones expertas en este tema recopilando datos y proponiendo soluciones desde la administración pública.
Según datos de la Fundación Fita y la Asociación Española para el estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria de 2019, más de 400.000 jóvenes padecen alguno de estos trastornos en España. Y es que como afirman los expertos, “los problemas de conducta alimentaria son una pandemia silenciosa, a menudo invisibilizada por quienes la padecen y su alrededor por temor al estigma o la falta de información y frente a la cual tenemos que actuar”.
Además, hay que tener en cuenta que los TCA representan la patología psiquiátrica con el índice de mortalidad más alto siendo hasta 8 veces superior al de las personas sanas del mismo grupo de edad. La psicopatología y la desnutrición imposibilitan, en muchas ocasiones, las relaciones sociales, y tienen también consecuencias a nivel académico y profesional. Asimismo, esta vez con datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), se puede afirmar los TCA tienen un claro perfil femenino: 9 de cada 10 son mujeres.
Por tanto, como ya se ha mencionado, la pandemia no ha hecho más que agravar el problema. Pero, también preocupa, el mayor tiempo de exposición a las tecnologías y redes sociales. Y es que, en los últimos años se han conocido diversos informes que apuntan a redes sociales como Instagram o Facebook como plataformas que promueven de manera indirecta estos trastornos entre sus usuarios, principalmente los más jóvenes. Actualmente se cree que al menos existen unas 90.000 cuentas que fomentan dietas restrictivas y pérdidas de peso extremo, que pueden alcanzar a unos 20 millones de usuarios.
Por tanto, ante tal contexto, es importante incidir en la importancia de apostar por la prevención y detección precoz, huyendo de la estigmatización y la generalización de conceptos y percepciones sociales que rodean a este tipo de enfermedades mentales. Además, es importante contar con profesionales ya en los colegios para que, se puedan detectar posibles casos entre el alumnado y realizar una labor constante de sensibilización y asesoramiento mediante seminarios, talleres y otras actividades. Se trata de un problema que es importante abordar desde la infancia y la juventud.
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