DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA LA DEPRESIÓN 

Depresión: la pandemia que afecta a 280 millones de personas

SEGÚN LA ENCUESTA NACIONAL DE SALUD DE ESPAÑA (ENSE)

Además de afectas a más de 200 millones de personas, la práctica totalidad de los españoles, es decir, un 97% cree que las enfermedades mentales están asociadas a un estigma que influye en los enfermos al buscar ayuda profesional

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La depresión y los problemas de salud mental, siempre han existido, pero ha sido desde el miedo y el aislamiento sufrido durante el primer año de pandemia los que han acentuado estas enfermedades, mucho más frecuentes de lo que pensamos. Según la Organización Mundial de la Salud, 280 millones de personas en todo el mundo sufren depresión, casi el 4 por ciento de la población.

Además, la depresión a veces tiene graves consecuencias. Esta patología mental provoca cada año 700.000 suicidios y es un trastorno mental tan común que es la principal causa de discapacidad. En España se estima que afecta al 4,7% de los hombres y al 7% de las mujeres, quienes son a día de hoy más propensas a sufrirla. En concreto,  un estudio internacional publicado en la revista The Lancet señala que los casos de depresión han aumentado un 28% durante la pandemia y que ha afectado más a las mujeres y a los jóvenes.

Ante tal contexto, durante este último año el Gobierno ha presentado un plan de acción de salud mental, dotado con 100 millones de euros y ha creado un teléfono 24 horas para ofrecer atención y apoyo ante la conducta suicida. Pero, ¿es esto suficiente? Pues bien, la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA continúa reclamando una mayor coordinación entre los ámbitos sanitario y educativo, poner en marcha una asignatura de educación emocional, formar a docentes, sensibilizar a la población juvenil sobre salud mental, y ofrecer más espacios de diálogo y reflexión con este sector de la población.

“La salud mental es una prioridad para este Gobierno. Desde el año 2009 no se renueva la estrategia de salud mental y esta es una hoja de ruta que pretende avanzar con pasos afianzados hacia la mejora de la salud mental”, ha indicado en diversas ocasiones el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez a la hora de pronunciarse sobre la salud mental, añadiendo que, la atención a la salud mental, “debe ser de calidad tanto en atención hospitalaria como atención primaria”, y se debe también impulsar la formación sanitaria especializada en salud mental. Afirmaciones que todavía están por ver.

El 97% de los españoles reconoce que las enfermedades mentales están aún estigmatizadas

Ahora bien, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, se presentó ayer en una rueda de prensa las conclusiones de un nuevo estudio demoscópico titulado “La salud mental y su percepción por parte de la opinión pública española”, entre cuyas conclusiones hay que destacar que: la práctica totalidad de los españoles (97%) cree que las enfermedades mentales están asociadas a un estigma que influye negativamente en los enfermos cuando valoran la posibilidad de buscar ayuda profesional.

Sin embargo, aunque las personas entrevistadas en este sondeo de opinión creen que el estigma social existe, también piensan que hay que acabar con él: casi 6 encuestados de cada 10 (57%) opinan que las personas que padecen una enfermedad mental pueden llevar una vida normalizada y 8 de cada 10 (78%) consideran que estas enfermedades no deberían ser escondidas. Apenas el 7% de la población española piensa que los problemas de salud mental deben ser ocultados y solo el 3% cree que se trata de enfermedades inventadas.

Asimismo, a pesar de los resultados de este reciente estudio, hay que mencionar que según los expertos, se ha percibido que la cierta salida del armario que ha experimentado la salud mental desde la pandemia está centrada solo en los “trastornos más frecuentes”, los que pueden llegar a afectar al 20% de la población en algún momento de su vida como puede ser la ansiedad, la depresión, el estrés o incluso los TCA.

Un 15 % de la población infanto-juvenil muestra síntomas de depresión

Por otro lado, no se puede tampoco olvidar que este tipo de trastornos como la depresión también afectan, y cada vez más, a los más pequeños. La depresión es el segundo trastorno mental más frecuente entre niños y adolescentes, por detrás de los trastornos de conducta. Aproximadamente un 15 % de la población infanto-juvenil muestra síntomas de depresión durante la infancia, según señala UNICEF, apareciendo con más frecuencia en niñas que en niños.

A pesar de que esta problemática está cada vez más presente entre los jóvenes, solo una proporción muy reducida recibe un tratamiento adecuado, debido principalmente a que la depresión en adolescentes no muestra la misma sintomatología ni señales que en los adultos, y por ello, muchas veces queda enmascarada y no se llega a detectar.

Y es que, hay que partir de que el origen de la depresión en menores puede ser muy diverso y estar relacionado con distintos factores tanto biológicos (antecedentes familiares con depresión, alteraciones genéticas o cambios hormonales) como psicológicos (baja autoestima, estilo cognitivo rumiativo, déficits en habilidades sociales o tendencia a experimentar estados emocionales negativos) o sucesos externos (situaciones estresantes en la vida de los menores; hechos traumáticos; problemas escolares; crisis políticas, económicas o guerras).

“En la actualidad, gracias a los diversos avances científicos, el tratamiento en la depresión es muy eficaz. Ofrecerle un espacio seguro al joven donde pueda expresar sus dificultades y emociones sin sentirse juzgado, y contar con ayuda de psicoterapeutas y farmacología, en caso de ser necesarios, permitirán que el menor pueda superar la depresión y en un futuro esa experiencia la reelabore, dotándole de una gran madurez y expectativas realistas”, explica Beatriz Urra, subdirectora clínica del Hospital de Día Retiro RECURRA GINSO.

El problema, es que en la mayoría de ocasiones es complicado detectar la enfermedad de forma temprana en los más jóvenes. Por ello, es importante que los padres sean conocedores de ciertas señales que indican que su hijo puede estar sufriendo depresión como puede ser: un estado anímico bajo o tristeza, irritabilidad u hostilidad extrema, autoestima baja, frustración ante sus actividades diarias, poco interés en actividades que antes les gustaban o falta de energía,

Para identificar estas señales y prevenir la enfermedad, es necesaria la escucha y el apoyo del entorno más cercano a los menores y la ayuda de profesionales. “Una adecuada intervención por parte de especialistas y el apoyo y acompañamiento de los familiares durante el proceso reducen significativamente los agravantes de la depresión en niños y adolescentes” , concluye al respecto la experta Beatriz Urra.

Seguiremos informando…

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