En este espacio virtual los usuarios pueden interactuar a través de un avatar, de un modo semejante a la vida real. Los entornos virtuales ofrecen diferentes usos, desde el ocio (de forma similar a los videojuegos) hasta la formación (como instrumento para las instituciones académicas, uniendo así la teoría y la práctica). Gracias a la posibilidad que ofrecen estos mundos virtuales para que usuarios y empresas interactúen de un modo semejante al mundo físico ha hecho que el sector energético en el metaverso haya encontrado una potente herramienta para conectar con sus clientes y usuarios.
Posibilidades del sector energético en el metaverso
El metaverso puede suponer una oportunidad para el sector de la energía. Como todos los avances tecnológicos, las posibilidades se conocerán a medida que se va experimentando y popularizando la herramienta. En el metaverso, las empresas energéticas pueden encontrar tres beneficios muy claros:
1.- Canal comunicativo. En el metaverso se diseñan mundos paralelos donde conviven los usuarios, representados por sus avatares y que también tienen necesidades reales. Precisamente el sector energético en el metaverso puede aprovechar el entorno virtual para interactuar con los usuarios y fidelizarlos, tal y como ocurre en las redes sociales. Las empresas proveedoras de energía pueden crear actividades de interés profesional y lúdico. En definitiva, espacios que favorezcan la imagen de marca de la compañía.
2.- Plataforma de aprendizaje. Una de las ventajas que ofrecen los universos virtuales es la posibilidad de desarrollar gemelos virtuales, espacios que imitan las infraestructuras reales. Este factor es muy interesante para las tareas formativas de las compañías energéticas, puesto que en el mundo real pueden conllevar serios riesgos. Los empleados podrán entrenar sus habilidades de un modo totalmente realista, pero en un entorno lúdico y didáctico.
3.- Réplicas industriales. Igual que se pueden diseñar entornos formativos, los espacios industriales pueden ejecutar virtualmente cambios y ajustes en las infraestructuras energéticas de una forma realista. En este contexto, las compañías pueden lograr optimizar sus recursos, probando en un entorno seguro sus riesgos, errores y costes, empleando el mismo principio de los gemelos digitales.
Implicaciones energéticas
Las posibilidades que ofrece el metaverso a la industria energética, son muy amplias y, además, ya son toda una realidad. En Corea del Sur se ha abierto la primera fábrica virtual establecida en un entorno metaverso, donde los empleados usando gafas de realidad virtual, pueden observar el proceso de fabricación de plástico.
Otro factor relevante es el ahorro energético, una materia que suscita debate entre los expertos. Por un lado, hay un sector que propone el metaverso como desventaja para el ahorro energético, puesto que puede aumentar las emisiones. El entorno virtual está compuesto por múltiples soportes y sistemas energéticos, por tanto, necesitará grandes dosis de energía.
Por otro lado, existe un área de profesionales que respaldan el metaverso como optimizador de energía y recursos. Este espacio es capaz de simular toda clase de entornos en los que podría verse envuelto un operario de un parque eólico o eléctrico, por ejemplo. Sin duda, abre una nueva ruta para los trabajadores, en este entorno virtual pueden aprender a manejar herramientas complejas. De este modo, las empresas se ahorran tiempo, costes y, sobre todo, riesgos.
Ahorro energético en el transporte virtual
Otra carrera que ya tiene ganada el mundo virtual con respecto a la energía es la movilidad. La metamovilidad cambia el sistema de transporte tradicional, desde coches autónomos hasta el control remoto con robots inteligentes. Aunque parezca un hecho de ciencia ficción, las distancias se volverán intrascendentes.
Y, ¿cómo puede ayudar el metaverso al ahorro energético en el transporte? Es simple, con esta tecnología la población podría llegar al gasto cero en desplazamiento, ya que el espacio abarca desde el trabajo al ocio. En este entorno los usuarios pueden efectuar casi cualquier actividad, ir al cine, trabajar, practicar deportes, disfrutar de conciertos, conducir, etc. Todos estos beneficios se trasladan en un gasto mínimo de carburantes reales. Una de opciones es reemplazar la movilidad física por la virtual a través de aplicaciones, mejorando así la calidad de vida de los usuarios.
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