Tras tres años de convivencia con el Covid-19, el Departamento de Energía de Estados Unidos se ha unido a otros organismos federales como el FBI para tras investigar, unirse a su conclusión de que la Covid “muy probablemente” se originó por una fuga en un laboratorio chino, según publica hoy el diario The Wall Street Journal.
Así el periódico neoyorquino apunta que la conclusión del Departamento de Energía es el resultado de la lectura de nuevos datos de inteligencia y considera esta conclusión significativa porque esta agencia supervisa una red de 17 laboratorios nacionales estadounidenses, algunos de los cuales llevan a cabo investigaciones biológicas avanzadas con una eficacia. Por tanto, existen dudas, pero esta última afirmación parece fiable.
En concreto cita lo siguiente: “un informe de inteligencia clasificado proporcionado recientemente a la Casa Blanca y a miembros clave del Congreso (de EEUU), apunta que otros cuatro departamentos estadounidenses siguen considerando que, probablemente, el brote de coronavirus fue resultado de una transmisión natural, mientras que otros dos se muestran indecisos”.
Ahora bien, hay que recordar que Biiden no es la primera vez que llama a Pekín a la transparencia mostrando su creencia de que no existe un origen natural asociado al Covid-19, de ahí las numerosas investigaciones llevadas a cao por EEUU. Según afirmó el presidente, “Pekín sigue rechazando los llamamientos a la transparencia y reteniendo información” cuando el número de víctimas de la pandemia sigue creciendo. Las conclusiones del documento clasificado se inclinan, con un “bajo grado de confianza” no obstante, hacia que el origen de la enfermedad fue provocado por la exposición natural “a baja escala” a un animal infectado a más tardar en noviembre de 2019.
El FBI cree en la fuga del laboratorio como su principal origen
La primera en afirmar esto fue la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que en 2021 concluyó que la pandemia fue consecuencia de una fuga en un laboratorio con cierta confianza y todavía mantiene esta postura. Y es que para entender mejor esta afirmación hay que saber que según la calidad de la información y de su procedencia, los servicios de inteligencia estadounidenses suelen asignar a sus conclusiones tres niveles de confianza: alto, moderado y bajo. En este caso, el Departamento de Energía ha calificado esta información de “baja confianza”.
Es decir, si, los servicios de inteligencian apuntan a esta idea, pero todavía no han sido capaces de demostrarlo con un nivel “alto de confianza”. En una entrevista en la cadena CNN, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se limitó a destacar que la inteligencia de EE.UU no ha llegado aún a una respuesta definitiva sobre el origen de la Covid-19 y, mientras algunas agencias creen que el virus se originó en un laboratorio, otras alegan que no tienen suficiente información para llegar a una conclusión.
Ante tal situación, China pide a EEUU que deje de “politizar” el origen de el COVID-19
Pero bien, ante tal acusación, China no se ha quedado de brazos cruzados y ha pedido este lunes a Estados Unidos que “deje de politizar” el origen de la COVID-19 después de que haya salido a la luz un estudio del Departamento de Energía estadounidense que apunta a que el virus se propagó por un accidente en un laboratorio chino. “Ciertas partes deberían dejar de repetir la narrativa de ‘la fuga de laboratorio’, dejar de difamar a China y dejar de politizar el rastreo de los orígenes (de la COVID-19)”, según ha señalado en rueda de prensa una portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning.
Una llamada de atención que como bien se ha mencionado se produce tras la llamada de atención de Pekín a Washington después de que el Departamento de Energía de Estados Unidos haya explicado en un informe –publicado en 2021 por la oficina de la directora de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, y que ha sido recientemente actualizado– que todavía se trabaja con la hipótesis de la fuga de laboratorio.
Desde las fuerzas políticas del país aseguran haber apoyado siempre y participado de forma transparente en las investigaciones de distintos países sobre la pandemia desde el punto de vista de la ciencia. Así, se ha referido a una misión de campo realizada en 2021 por expertos tanto chinos como de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una investigación que ponen como ejemplo y que alude, según ha recordado Mao, a que “el origen del virus en un laboratorio” era una posibilidad “extremadamente improbable”. “(El texto) ha recibido un amplio reconocimiento de la comunidad internacional”, ha zanjado.
No es la primera vez que respecto a dicho tema la diplomacia de Pekín acusa a los servicios de inteligencia estadounidenses de “manipulación” y de usar al Gobierno asiático como “un chivo expiatorio” partiendo de una “presunción de culpabilidad”. “El informe de la inteligencia estadounidense muestra que Estados Unidos está empeñado en ir por el camino equivocado de la manipulación política”, han añadido en otras ocasiones.
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