Todos defienden el buen hacer de Sandra Fernández, a la que el diario El Mundo atribuía haber contribuido al estilismo de la presidenta Díaz Ayuso. Un argumento un poco débil para una mujer de tanto empaque, temperamento y fuerza comunicativa. Pero, todos sabemos,que aquello que tiene que ver con la Presidenta es cosa de Miguel Ángel Rodríguez, y punto.
Y aparte, que ahora los universitarios no saben lo que es eso, porque jamás han hecho un dictado. Como sí escribía al dictado de la maldad su antecesora, que será recordada por tod@s como uno de los mayores fracasos comunicativos. No ofreciendo ayuda, ni puntos de vista, ni justificaciones, ni información, ni nada de nada…Así se ha ido, nadie la ha querido despedir. A no ser los cercanos y dependedores de sus malas formas.
Bueno, es pasado, como pasado es el pequeñajo Vasile. Que jamás perdonó que le llamase enano a la cara. La verdad es que no sé si era más alto que yo, pero era y es un enano mental. Como su dircom. Y, ahora que llega Sandra, todos esperamos el maná de la información, pero no, parece ser que tampoco toca. De nuevo la dircomía de Mediaset cae en manos de alguien que intentará cubrir el expediente, ayudará a derechizar la cadena y tendrá por todo éxito haber sustituido a la insustituible Mirta.
La verdad es que no merece más, ni el personaje, ni la situación. Estamos acostumbrados a este tipo de actuaciones. Porque lo suyo, por derecho, habría sido darnos un saludito, para celebrar los años de silencio, que a buen seguro, continuarán.
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