UN PROGRAMA DE HUMANIZACIÓN PEDIÁTRICA

“Diario de un viajer@ intrépid@”: programa destinado a mejorar la trayectoria quirúrgica

CONVIERTE EL TRATAMIENTO DE LOS MENORES EN TODA UNA AVENTURA 

CONVIERTE EL TRATAMIENTO DE LOS MENORES EN TODA UNA AVENTURA 

La iniciativa es un protocolo de humanización pediátrica que convierte la trayectoria quirúrgica en una aventura en la que la imaginación, la decoración de las salas y el papel de los profesionales ayudarán a reducir el estrés en el proceso

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Zahara tiene 6 años y un pequeño desgarro en el lóbulo de la oreja; un problema de salud leve pero que le ha obligado a pasar por quirófano para su correcto abordaje y solución. Todo un reto que, como a tantos otros pequeños, ha supuesto miedo y nervios para la niña y no menos preocupación e inquietud para sus padres.

Zaraha y su madre, Aránzazu, llegaron para su correcto tratamiento al Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública madrileña. La sorpresa, en positivo, fue conocer y vivir en primera persona el proyecto “Diario de un viajer@ intrépid@”, que transformó este proceso en toda una aventura que mejoró la experiencia de ambas y redujo el estrés asociado.

Concretamente, esta iniciativa de humanización pediátrica convierte la trayectoria quirúrgica de los pacientes menores de edad en un “viaje” en el que ganan un nuevo sello para su pasaporte en cada etapa del proceso quirúrgico, y en el que elementos como la imaginación, la decoración de las salas de espera, boxes de preparación y recuperación, y el papel y mensajes de los profesionales ayudan a reducir el estrés en el proceso, de los pequeños y de sus padres.

La iniciativa partió de la base de que la hospitalización y el procedimiento quirúrgico de un niño genera un alto nivel de ansiedad, tanto en el paciente como en sus padres, que puede tener manifestaciones psicológicas y fisiológicas, y plantea el proceso como un viaje que el pequeño recorrerá con un pasaporte y visado especial de “viajero intrépido”, con cuya entrega y primer sello, nada más llegar al hospital, comenzará una aventura que continuará en Admisión del Bloque Quirúrgico, el box de preparación y terminará en el de despertar, donde conseguirá el último, como broche final de la intervención.

Por tanto, la cirugía se convertirá así en un viaje por un mundo mágico en el que la fantasía e imaginación del niño, junto con los elementos de decoración, los mensajes que encontrará en todo el recorrido y el soporte de los profesionales que reforzarán los mismos, le acompañarán en una aventura mágica.

Humanización y experiencia de paciente

“Diario de un viajer@ intrépid@” se integra en la estrategia de humanización de la asistencia sanitaria del hospital villalbino, tal y como explica Susana Zafra Llorente, responsable de su Servicio de Información, Experiencia de Paciente y Trabajo Social, quien asegura que los padres y los propios niños están valorando muy positivamente el proyecto, avalando su aportación tanto a la mejora de la experiencia de paciente como en términos de humanización.

Y es que, “gracias a esta iniciativa, el niño vivirá su trayectoria en el bloque quirúrgico a través de un pasaporte lleno de retos, equivalentes a cada parte del proceso y que se traducirán en un nuevo sello conforme vaya superándolos”, añade.

“Cuando un padre está nervioso, el niño también lo está”, apunta por su parte Laura Bote Curiel, enfermera coordinadora del Bloque Quirúrgico del General de Villalba, señalando que “el proyecto está orientado a promover la participación activa de los padres en el proceso quirúrgico y a involucrar en él también a los niños informando a unos y otros de las fases y pasos de los que constará para disminuir la ansiedad al respecto”.

A lo que añade que, “saber qué pasos se van a dar y dónde, cuándo y cómo va a estar su pequeño les hace involucrarse más, estar más activos y, sobre todo, más relajados”. Para ello, el pasaporte incluye un “mapa” que representa el procedimiento quirúrgico y en el que cada parada del recorrido equivale a una parte de la trayectoria o a un área hospitalaria por la que el pequeño debe pasar, hasta salir del circuito, con el alta del menor en el bloque quirúrgico.

También desde el punto de vista clínico, las ventajas de la iniciativa son claras, a juicio del Dr. Ennio José Fuentes Ceballos, cirujano pediátrico del hospital: “El estado emocional de los niños es muy importante para afrontar la intervención, y está demostrado que disminuir el estrés, tanto en ellos como en sus padres, influye mucho en ese aspecto”, asevera. En este sentido, la iniciativa persigue también contribuir a disminuir la incidencia de administración de fármacos hipnóticos-sedantes durante el preoperatorio, evitando con ello sus efectos secundarios, así como de la inestabilidad hemodinámica y la administración de analgésicos postquirúrgicos.

En cuanto a los padres, y a la vista de los resultados, “Diario de un viajer@ intrépid@” está mejorando su experiencia y grado de satisfacción. “Los nervios los llevas por dentro, pero que el proyecto nos haga participar en este ‘viaje’ ayuda mucho, y a ellos les permite vivir el proceso desde la perspectiva de una aventura, de conseguir todos los sellos, evadiéndose del sitio en el que están, un hospital, y la intervención a la que se van a someter”, reconoce Aránzazu, encantada con el proyecto, que califica de “maravilloso” desde su experiencia personal.

Tal es la labor de dicha iniciativa que, “Diario de un viajer@ intrépid@” fue galardonado por Cars for Smiles -organización sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar la calidad de vida de niños y jóvenes que sufren de alguna enfermedad o condición difícil- con un premio que ha permitido su implementación.

Seguiremos informando…

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