TRAS OPTAR POR LA DESVINCULACIÓN FAMILIAR 

El nuevo CEO de Grifols se estrena con pérdidas de 108 millones de euros

SE TRATA DEL TERCER CAMBIO QUE HACE LA COMPAÑÍA EN SU DIRECTIVA

El objetivo de anunciar a Thomas Glanzmann como nuevo CEO ha sido, según afirmarón desde la compañía, reducir la deuda que registran a día de hoy, una mala situación que ha sido reforzada por la perdida de 108 millones en el primer trimestre de 2023

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Tras nombrar este lunes a Thomas Glanzmann, como el nuevo consejero delegado de la compañía, responsable a su vez de afrontar todo el poder ejecutivo, el fabricante de hemoderivados Grifols ha presentado sus resultados financieros de este primer trimestre de 2023. Y bien, a pesar de su estrategia de ahorro y de haber conseguido aumentar sus ingresos en un 23%, hasta los 1.561 millones de euros, ha terminado registrando una pérdida final de 108 millones de euros.

Una preocupante situación provocada por un plan de reestructuración anunciado hace meses y que no está teniendo los efectos esperados. La estrategia comenzó en plena crisis brsátil de la compañía y con l aretirada de la presidencia de Víctor Grifols. Un mivimiento inesperado que dejó a Steven F. Mayer como presidente ejecutivo en un momento no muy favorable. Y bien, para paliar la situación que el grupo catalán estaba atravesando Mayer puso en marcha un plan de ahorro de costes.

A través de un comunicado Grifols anunció la reducción de aproximadamente de 400 millones de euros anuales mediante el despido de 2.000 empleados relacionados con su actividad más importante, el negocio industrial de plasma, 300 personas pertenecientes a funciones corporativas, en total un 8% de su plantilla. Una manera de hacerse cargo de sus problemas financieros que afectaba de lleno a sus trabajadores y que, por tanto, no fue la estrategia mejor vista de cara al exterior.

Ahora bien, tras dicho anuncio, los meses posteriores de la compañía han estado constantemente marcados por continúos batacazos que han desestabilizado tanto a Grifols como a la confianza de los inversores. Uno de los más recientes y llamativos fue un nuevo cambio en su presidente, ya que Steven F. Mayer , tras muy poco tiempo en el cargo, tuvo que abandonar el puesto dando paso a Thomas Glanzmann, consejero de Grifols desde hace 16 años y vicepresidente desde 2017. Un movimiento que sumó a los malos resultados presentados una nueva caída en bolsa de más del 10%.

Una consecución de cambios que provocó que el colapso de uno de los bancos más importantes de Estados Unidos, Silicon Valley Bank, junto con Credit Suise y Deutsche Bank, afectase claramente a la economía de Grifols, registrando un desplome del 16,40% en la primera semana tras el anuncio.

Idas y venidas que no permiten definir una estrategia

Actualmente, y tras tantos cambios, el objetivo de la compañía de redefinir su estrategia se ha visto totalmente truncado y es que bien, antes de definir un camino y un objetivo, tiene que haber, por parte del nuevo CEO, un asentamiento en la compañía. La sensación de equipo, de todos enfocados hacia los mismos fines, no se consigue de la noche a la mañana y, en el caso de Grifols, con tantos cambios, está siendo una tarea difícil.

Las continuas remodelaciones solo llevan a generar desconfianza tanto interna como externa ante movimientos que no quedan del todo claro. Y es que, cuando parecía que Mayer estaba generando visión de quipo y dejando claro la estrategia de la compañía, una estrategia de ahorro y transparencia, deja el cargo inesperadamente. Una marcha que no solo desestabilizó al equipo de forma interna, sino que hizo caer sus acciones de nuevo.

Falta de respuestas

Además, a esto hay que sumarle, la falta de comunicación que está demostrando la compañía. No hay una atención directa a los medios que ayude a tranqulizar a sus inversores y que demuestre la “transparencia” por la que supuestamente está apostando la compaía. Al parecer, solo se pretende generar impacto en la sociedad a través de las cuentas, pero no con la comunicación y la cercanía, dos de las claves más importantes para mantener la calma de sus inversores y clientes, y recuperar, a su vez, la confianza perdida.

Desde PRnoticias nos hemos intentado poner en contacto con su departamento de comunicación para conocer qué acciones tienen pensado llevar a cabo ante su último barapalo, pero la respuesta ha sido nula. Una falta de atención que lo único que consigue es demostrar que algo va mal y hacer pensar a quienes están pendiente de sus pasos que, por el momento, tan si quiera existe una estrategia común y clara ante los diferentes agentes que forman. La única respuesta obtenida ha sido la procedente del informe de Barclays. en el que “Glanzmann y su equipo confirmaron que todo está encima de la mesa para lograr un apalancamiento de menos de 4,0 veces antes de finales de 2024″..

Seguiremos informando…

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