Hasta este fin de semana la campaña electoral y los anuncios por parte de los políticos de diferentes partidos habían sido protagonizados, en mayor parte, por el medio ambiente, la vivienda, los jóvenes (el bono interrail) o el cine a dos euros para mayores de 65 años. Sin embargo, este fin de semana, Pedro Sánchez ha dado un vuelco a su estrategia decidienco introducir en campaña la Sanidad. Según ha prometido este sábado si gana destinará 580 millones para la Atención Primaria y una partida de 38 millones para Salud Mental. Ambas medidas se aprobarán este martes en Consejo de Ministros.
Todos somos conscientes de que los problemas de salud mental se han extendido desde la pandemia, sobre todo entre los más jóvenes, escalando varios escaños el ranking de problemáticas señaladas por los españoles. De ahí que fuentes del Ejecutivo se aprovechen de dicha situación por la que luego no hacen nada y vengan subrayando que se trata de una de sus prioridades.
En esta línea, las mismas fuentes enumeran que se ha puesto en marcha esta legislatura el Plan de Salud Mental dotado con 100 millones de euros, se abrió la línea de atención a la conducta suicida (el teléfono 024) y se creó el título de médico especialista en psiquiatría infantil y de la adolescencia, convocando 20 plazas MIR y reconociendo más de 650 títulos de esta especialidad para agilizar su incorporación. Asimismo, el Gobierno ya transfirió a las comunidades autónomas en 2022 un total de 24 millones de euros para el impulso de las políticas en salud mental.
Ahora bien, de los nuevos 38 millones prometidos para mejorar la atención a la salud mental en la sanidad pública, el ejecutivo ha específicado que 14,5 millones de euros se destinarán a la mejora de los equipamientos en los centros de salud, según han concretado fuentes socialistas. Los criterios de distribución de estos fondos a las CCAA ya fueron acordados el pasado 17 de abril en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y, cabe recordar que previamente, la partida total se incluyó en los Presupuestos de este ejercicio.
Pero, ¿cuál es el objetivo de este último anuncio? Pues bien, según el referido acuerdo que solo estaba a la espera de ser ratificado en el Consejo de Ministros, el fin que asegura el presidente es la mejora de las infraestructuras y equipamiento clínico de los centros, servicios y unidades del Sistema Nacional de Salud destinados a la atención de la salud mental comunitaria tanto para población adulta como para población infanto-juvenil.
Una estrategia que otros políticos ven como una baza para hacerse con el voto del colectivo sanitario, quienes llevan reclamando ayudas y cambios desde inicios de 2023. Así, el presidente del Gobierno, que en sus mítines por toda España está haciendo una campaña con pocas referencias locales, como una primera vuelta de las generales, busca llevar hasta el final su táctica de campaña basada en un constante goteo de anuncios. Una forma de prometer a la sociedad que la oposición está criticando y de la que el presidente se defiende argumentando que “nosotros no hacemos anuncios, nosotros publicamos en el BOE, que es diferente”.
Por tanto, queda claro que la campaña electoral delpresidente ha dado un vuelco. Tras apuntalar las medidas en política educativa y de vivienda, giran ahora hacia las sanitarias, pero sin abandonar las anteriores. El partido socialista no deja de hacer gala de su hoja de servicios con el foco en la ley de vivienda, la reforma de las pensiones y la laboral o la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Sánchez replicó durante su mitin de este domingo, en clave de política sanitaria, los mismos argumentos que ayer puso sobre la mesa en Valencia, exponiendo la dicotomía entre negocio y derechos o clientes y pacientes. En definitiva, recortes frente a refuerzo de la sanidad pública para exhortar que “votar PSOE es votar sanidad pública”, y excluir, indirectamente, a una sanidad privada que a día de hoy se encarga de dar servicio a muchos ciudadanos los cuales se niegan a soportar las largas listas de espera que sigue teniendo la pública. Una situación que nadie del partido socialista, en estos años de gobierno, por mucho que prometan y mencionen, han hecho por mejorar.
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