Un total de 4.200 personas vulnerables de Ecuador, Perú y Marruecos contarán con ayuda para encontrar un trabajo digno a través de la creación y fortalecimiento de más de 200 emprendimientos verdes. Este apoyo es posible gracias a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la ONG de cooperación al desarrollo CODESPA.
La iniciativa beneficiará a personas integrantes de etnias indígenas, mujeres, jóvenes, trabajadores del sector informal y personas desplazadas en situación de exclusión gracias a la creación de nuevas oportunidades económicas.
El acceso a formación, a servicios financieros y la vinculación al mercado, serán claves para conseguir un desarrollo económico sostenible que les permita cubrir sus necesidades básicas como alimentación, salud o vivienda, y que puedan mejorar sus vidas, las de sus familias y sus comunidades.
Economía verde para el desarrollo de Ecuador
La Amazonía ecuatoriana, con 120.000 km2, y los altos páramos en los andes ecuatorianos son los principales ecosistemas en los que trabaja CODESPA, apoyando a 1.500 mujeres, jóvenes e indígenas a prosperar y tener una vida mejor.
Todo este trabajo requiere del impulso de alianzascon el gobierno y los pueblos indígenas para elaborar planes de gestión y conservación de la selva amazónica, capacitar en el manejo de los recursos naturales y fortalecer las iniciativas económicas tanto de turismo sostenible como de bioemprendimientos.
La Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE) implementa uno de los 50 bioemprendimientos que se apoyan. Las mujeres que forman AMWAE cultivan el cacao con el que producen chocolate de alta calidad 100% orgánico y fabrican artesanías que venden al mercado nacional e internacional creando empleo local y protegiendo sus recursos naturales.
Para lograr que las personas puedan emprender respetando el medio ambiente, se necesita de tecnología limpia, abonos orgánicos, maquinaria fotovoltaica, y eso tiene un coste; CODESPA permite el acceso a créditos para emprendimientos verdes que cubren este coste, contribuyendo de esta manera a la creación de nuevos negocios y, al mismo tiempo, la adopción de tecnología limpia que no contamina o pone en peligro la Amazonía.
“Vamos a impulsar metodologías y productos financieros para financiar iniciativas verdes, es decir, de producción sostenible, que permitan adaptarse o mitigar el cambio climático. Los bioemprendimientos son un buen ejemplo”, explica Ferrán Gelis, delegado de CODESPA en Ecuador.
Frenar el cambio climático en Perú
Perú es un país de contrastes. Diferentes paisajes, culturas e incluso lenguas conviven en el día a día. Uno de los aspectos más destacados de esta realidad es la desigualdad social y económica. Por ejemplo, mientras que, en la capital, Lima, se concentran gran parte de los recursos y oportunidades, otras áreas, como las zonas rurales de la sierra y la selva, enfrentan altos niveles de pobreza y falta de desarrollo.
CODESPA trata de minimizar estas desigualdades mediante la generación de oportunidades para promover la autonomía e inclusión de todas las comunidades, la conservación de la riqueza ambiental a través de la economía circular y la innovación tecnológica. La formación en emprendimiento, el acceso a servicios financieros y la vinculación con el sector privado, dan la oportunidad a 1.200 jóvenes y mujeres vulnerables de mejorar sus ingresos y sus condiciones de vida.
La promoción de emprendimientos de economía circular cumple con la finalidad de brindar incentivos a los emprendedores para la gestión sostenible medioambiental, fomentando la participación de la sociedad civil, el sector académico, el sector privado y la población más vulnerable, en modelos de producción y consumo sostenibles y de economía verde.
La economía circular se aplica en la recuperación de residuos que provienen de la agricultura, de la piscicultura, así como de actividades primarias que se desperdician, no tienen valor en el mercado y que suponen un impacto medioambiental negativo; para transformarlos en nuevos productos con valor añadido requeridos por el mercado para comercializarlo.
Luis Cáceres, delegado de CODESPA en Perú, asegura que: “las acciones que se llevan a cabo en Perú promueven modelos de negocio inclusivos, innovadores y sostenibles con el medio ambiente. Es una oportunidad para implementar un modelo de desarrollo integral que tendrá un gran impacto en el bienestar de muchas familias vulnerables que viven en comunidades de la Amazonía peruana.”
Inclusión social, verde y duradera en Marruecos
En Marruecos existe una diversidad cultural y étnica significativa, donde persisten desafíos sociales como la desigualdad, el desempleo, la migración y la pobreza. CODESPA frena la situación de vulnerabilidad que viven 1.500 mujeres, jóvenes y migrantes sub-saharianos a través de la creación de emprendimientos verdes innovadores en sectores económicos emergentes en las ciudades de Tánger, Tetuán y Mdiq-Fnideq.
Para mejorar sus condiciones de vida se incide en la formación y la concienciación medioambiental sobre economía verde y circular, la innovación tecnológica, la creación de emprendimientos verdes liderados por ellos mismos, el acceso a la financiación, la consolidación y la comercialización de los emprendimientos.
El objetivo es sensibilizar a estas mujeres, jóvenes y migrantes para incentivar ideas de emprendimiento verde dentro de los sectores de la agroecología, textil, reciclaje y las energías renovables. Además, se les brinda la formación técnica que necesiten, el acompañamiento en la gestión del negocio y el acceso a crédito para ponerlo en marcha. Será imprescindible la colaboración con el gobierno, entidades sociales y académicas, organizaciones empresariales y entidades financieras para que el impacto sea duradero.
Estrategia transversal
La AECID sigue una estrategia transversal para cumplir con la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). CODESPA se une a su labor en estos tres países, en los que se trabajará el desarrollo sostenible humano, social y económico.
Este enfoque inaugura un nuevo rumbo para el uso sostenible de los recursos en Ecuador, Perú y Marruecos. La diversidad de actores involucrados y las alianzas abrirán nuevos mercados y multiplicarán las oportunidades de ingresos para las comunidades locales, aprovechando sus recursos naturales únicos y asegurando su conservación a largo plazo.
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