El suicidio es en España la primera causa de muerte por causas externas, muy por delante de los accidentes domésticos o de tráfico. De hecho, en nuestro país hay 4.000 suicidas cada año -y, cada año, más jóvenes-, y un número quince veces mayor de personas que lo intentan, lo que hace que el número de afectados por este fenómeno -familiares y allegados al suicida incluidos- alcance los varios millares y lo convierte en un problema de salud pública de primera magnitud.
Así, bajo estas premisas arrancó el pasado 6 de junio en el Aula Magna de la Fundación Jiménez Díaz la I Jornada de Prevención y concienciación sobre el suicidio -que también pudo seguirse online y sigue disponible-, moderada por el Dr. Enrique Baca García, jefe de Servicio de Psiquiatría del hospital madrileño y catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, y que contó con la participación de un nutrido grupo de expertos y especialistas de diferentes servicios y organizaciones especializadas en el tratamiento de este problema, y también con el estremecedor testimonio de David Rodríguez Fernández, hermano de una víctima, y de Carlos Soto y Olga Ramos, padres supervivientes al suicidio de su hija.