Faltan días para que dé comienzo la campaña electoral de cara al 23J. Una campaña que se prevé ardua y agresiva y que va a tener a Pedro Sánchez y a Alberto Núñez Feijóo como los grandes protagonistas. De momento, el presidente del Gobierno en funciones ha dado un giro radical a su planteamiento inicial.
El miedo a las críticas y a las preguntas incómodas hacía que el líder socialista hubiera planteado de inicio una campaña con perfil bajo en los medios de comunicación, siguiendo la estrategia que ha mantenido en los últimos años. Ahora, desde su equipo, reconocen que se han equivocado. Por eso, en los últimos días hemos podido verle en El Hormiguero, El Intermedio, El programa de Ana Rosa, y escuchado en espacios como Más de uno, de Onda Cero.
Su agenda también contaba con una cita dedicada a La Razón en un desayuno que tendría lugar este jueves 6 de julio. Un acto en el que participarían un número limitado de invitados y al que ya ha acudido Feijóo. Sin embargo, en las últimas horas, el equipo de prensa de Sánchez ha optado por cancelarlo.
Miedo al cara a cara
Los motivos oficiales para su cancelación han sido problemas de agenda. Sin embargo, se ha conocido que Pedro Sánchez ha reducido su agenda para los próximos días al mínimo para preparar a conciencia el cara a cara del próximo lunes 10 con Núñez Feijóo.
El hecho de no ser favorito en las encuestas -hay quien le asigna menos de 100 diputados- es motivo suficiente para que Sánchez haya apostado todo al cara a cara de Atresmedia. Y lo va a preparar a conciencia. Tanto, que también ha suspendido buena parte de los actos de precampaña que tenía preparados para las próximas horas.
Pánico a las críticas
La preocupación se ha adueñado de Sánchez, sabedor de las críticas que le rodean. Han sido muchos -medios de comunicación y particulares- los que han sacado su lado más mordaz contra Sánchez. Algo que no gusta al presidente y que ha acabado con su paciencia. El líder de los socialistas ha mostrado su descontento ante esta situación y está molesto con un sector de la prensa. Molesto y triste por no conseguir encajar su discurso en una parte de la población para la que su carisma ya no vale. ¿Servirá que Sánchez cancele su agenda y se encierre para el preparar el cara a cara?
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