El periodista Luis Martín Sánchez Iñiguez fue hallado sin vida y con signos de violencia el pasado sábado en Huachines, una localidad del estado mexicano de Nayarit. Sánchez, de 59 años, era corresponsal del periódico La Jornada y se encontraba desaparecido desde el miércoles 5 de julio.
Trascendió en los medios locales que su esposa denunció su desaparición el viernes pasado en la Fiscalía General del Estado (FGE) y en la denuncia se señalaba que unos desconocidos se llevaron al periodista de su domicilio, junto con su ordenador, teléfono móvil y un disco duro.
En lo que va de 2023, han sido asesinados siete comunicadores en México, de acuerdo con los datos publicados los medios locales: Gerardo Torres Rentería; Abisaí Pérez Romero; Ramiro Araujo Ochoa; Carlos Acosta: Marco Aurelio Ramírez Hernández, Pablo Salgado y Luis Martín Sánchez Íñiguez.
Organizaciones condenan el crimen y piden justicia
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el asesinato del periodista Luis Martín Sánchez Íñiguez, así como los secuestros de otros dos reporteros (Jonathan Lora Ramírez y Osiris Maldonado de la Paz), también en Nayarit. En tal sentido, la organización solicitó a las autoridades mexicanas la protección de quienes ejercen la labor periodística en ese país.
En tal sentido, el presidente de la SIP, Michael Greenspon, expresó sus palabras de solidaridad con la familia de la familia y colegas de Sánchez Íñiguez, e instó a las autoridades “a no bajar la guardia e investigar de manera expedita y profunda el asesinato y los secuestros”.
De acuerdo con la información difundida por la SIP, la Fiscalía confirmó que, tanto el asesinato de Sánchez Íñiguez como la desaparición de los otros dos periodistas, estarían relacionados con el ejercicio de su trabajo. “Los tres habían colaborado en proyectos periodísticos y personales. Lora Ramírez y Maldonado de la Paz fueron localizados con vida días después”, señala la SIP en un comunicado.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Carlos Jornet, instó a las autoridades mexicanas a “indagar para conocer el móvil, señalar y juzgar a responsables del crimen y los secuestros es la ruta para enfrentar la impunidad de la violencia contra los y las periodistas en el país”.
Clima de terror y violencia en México
Reporteros Sin Fronteras (RSF) también condenó el crimen de Sánchez Íñiguez, y alertó sobre el clima de terror y violencia en México. De acuerdo con las cifras que maneja esta organización, desde el año 2000, cerca de 150 periodistas han sido asesinados en ese país, que actualmente ocupa el puesto 128 de los 180 analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF.
El Director de la Oficina de RSF en América Latina, Artur Romeu, se refirió al asesinato de Sánchez como una tragedia que afecta a toda la sociedad mexicana, y asegura que “el nivel de violencia contra los periodistas se ha descontrolado en México y no puede normalizarse”. Asimismo, instó al Estado mexicano a demostrar de forma urgente su determinación para cambiar de forma urgente esta realidad.
“Las autoridades mexicanas deben transformar la lucha contra la violencia hacia los periodistas en una prioridad. Mientras ésta se perciba como un simple efecto colateral de la violencia estructural que afecta a México de manera más amplia, y no como ataques constantes a la democracia, no se podrá romper este círculo vicioso de violencia extrema y censura”, dijo Romeu.
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