Que existen bloques en el mundo es evidente. Que no son los mismos que después de la gran guerra, es una realidad. La entrada de China en el tablero internacional, el bloque asiático, el Dragón Amarillo… Los países árabes y sus recursos petrolíferos… Europa que se queda en tierra de nadie y de nada. Al final quedará como museo de lo que pudo haber sido y no fue. Y el que fuera policía de occidente anda malamente porque ya no se puede ‘salir de compras’ en busca de materias primas. En Venezuela, el norte de Colombia, Argentina, la Patagonia, México… África que sería el recurso y la salida de Europa, unidos a una África llena de materias primas y negros, muchos negros que a día de hoy se ahogan ante nuestros ojos y como si tal cosa. Menos mal que no existe el racismo. Hoy, Biden está más cerca de hacer de los Estados Unidos de América el país más grande del mundo. ¿Le dejarán?
Salir de compras hoy, en el mundo actual es difícil, cuando no se torna en imposible. Beneficiando con unas migajas a seres depravados, como los dictadores de América central o del sur de África, que guardan sus robos en la Suiza tranquila del oro de los nazis. Todos sabemos, porque lo cuenta la tele, que hay cientos de guerras en la Tierra y que son producto de la depredación de los países ricos, dejando, como ya hemos comentado, otros países llenos de frustración, agujeros en los que caben países (minas lo llaman), ríos desecados, selvas destruídas… para conseguir un par de kilos de oro. Niños que bajan al interior de la tierra a por diamantes y encuentran la muerte para que las tiendas de Holanda luzcan en escaparates de lujo y shit.
En el despacho oval de la Casa Blanca, un grupo de asesores de todo rango y condición se reúnen con el presidente y su vicepresidenta para contarles que, hay que cortarse con algunas prácticas y que es necesario buscar el recurso lo más cerca posible y poder competir con el tsunami impulsado por los chinos. Cuentan algo conocido y evidente, pero por ello no menos importante, y es el hecho de haberles cedido a Asia la fabricación de todo. Este hiperdesarrollo está llevando a los americanos a la nada más absoluta. El grupo de asesores funciona entre el lobby y el planteamiento de bienestar para la sociedad a la que sirven. Una de las asesoras se dirige a la vicepresidenta Kamala Harris y le pregunta si le parecería una locura crear una ‘unión real de estados americanos’. Se trataría de dolarizar todas las economías de la zona, de forma paulatina y según fuesen cumpliendo unos estándares mínimos… Estos no sólo incluirían territorio, población, PIB… se desarrollarían sobre las nuevas formas de entender la sostenibilidad y la explotación controlada de los recursos (que es mentira, pero queda bien).
La dolarización de los países latinoamericanos cambiaría de manera radical el valor del dólar porque pasaría a ser una moneda respaldada por materias primas sin límite… Una Venezuela que fuese estado adherido, anexionado a la Unión… sería una salvaguarda, como el resto de los Latinos que gozan de grandes recursos y siempre en desorden y locura. Me encantaría escuchar alguna teoría económica real que nos contase qué podría suponer esta Unión en el plano internacional.
De momento hay un grupo de sesudos estudiosos de la geopolítica y de la globalización que están detrás de hacer planteamientos que podrían llevar a que se creen nuevos bloques, más cerrados, más compactos… La América Única, Europa y África, Asia…
Sólo una pequeña reflexión: Si los amarillos, los azules, los negros, los blancos, los pielrrojos, comanches y tribus de todo el mundo se uniesen, no sería más fácil y cómodo para el progreso de la especie. Cuando había una estación espacial internacional, todos éramos astronautas sin apellidos, colores ni países. Ahora hay cuatro y no funcionan. En breve habrá agua para azules, para negros, para rojos… Y aire para amarillos, blancos…
¡Qué puta locura!
Esto no es un editorial, es un abrelatas.
Pedro Aparicio Pérez
maestro champanoiredireccion@prnoticias.com