¿PERIODISTAS O FORENSES DE LA INFORMACIÓN?

La importancia de desenmascarar las mentiras de la IA en la comunicación

LA ERA DE LAS MENTIRAS DISFRAZADAS DE VERDADES 

Actualmente, la IA es capaz de generar imágenes prácticamente indistinguibles de las reales lo que conlleva un claro riesgo en la veracidad de la información

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En plena etapa de transformación digital,  la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en parte integral de nuestras vidas y del trabajo diario de la mayoría de las compañías. ChatGPT salió del cascarón y puso de manifiesto las posibilidades (virtualmente infinitas) de una tecnología que era antes una suerte de entelequia y ahora está a disposición de todo el mundo.

Pues bien, respecto al impacto global de la IA en la economía y la sociedad ha pivotado precisamente una conversación mantenida esta semana en Múnich (Alemania) en el evento de Serviceplan Innovation Day entre Andreas Liebl, managing director de appliedAI, y el periodista Carsten Knop, editor del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. Una charla que ha venido precedida de un vídeo de un auténtico gurú en el área de la IA: Richard Socher, fundador y CEO de You.com.

En noviembre de 2021 Richard Socher lanzó en beta You.com, un buscador basado en la IA que busca resquebrajar el indiscutible liderazgo de Google en el ámbito de las búsquedas poniendo remedio a los tres grandes puntos flacos del famoso motor de búsqueda: su dependencia de la publicidad, su ausencia de privacidad y su excesiva supeditación al SEO (que redirige en último término al internauta a webs que le hacen perder el tiempo).

Así, basándose en su experiencia con la IA, Richard Socher inició su intervención poniendo de relieve la revolución absolutamente sideral que ha protagonizado la IA en el transcurso de los últimos años. El poder de la IA es tal que «puede electrificar todas las industrias y ámbitos de actividad donde esta tecnología se abre paso».

¿Con qué armas cuenta Europa para ganas la batalla de la IA?

Por tanto, una revolución de primer orden, que es la IA pero que se está gestando a miles de kilómetros de Europa, en Estados Unidos para más señas. En palabras del experto, “la revolución emanada de la IA está íntimamente emparentada con el software y Europa en general y Alemania en particular tienen que ganar en competitividad en este ámbito, tanto enseñando programación en las escuelas como dando fuelle al potencial de las startups y simplificando las regulaciones”.

Con la afirmación de que Europa va definitivamente en el vagón de cola de la IA se muestró hasta cierto punto de acuerdo Andreas Liebl, que desde appliedAI trata dar fuelle en tierras europeas a una tecnología cuyo desarrollo está mayoritariamente a merced de empresas radicadas al otro lado del charco “La IA es en gran medida una cuestión de dinero y la mayor parte de ese dinero viene de países como Estados Unidos o China“, admitió. No obstante, y aunque la inyección de dinero es absolutamente vital para dar fuelle a la IA, y en ello Norteamérica llevar hoy por hoy la delantera, “hay que mirar más allá”.

Puede que el dinero mande hoy por hoy en la industria de la IA, pero hay algo que Europa puede aportar a esta revolución: eficiencia y colaboración. “Europa puede ganar la carrera de la IA apoyándose en la eficiencia y en la colaboración y propugnando la unión de las múltiples empresas que están actualmente trabajando en esta tecnología por estos lares”, aseveraba Liebl.

Asimismo, el managing director de appliedAI no tuvo duda alguna a la hora de reconocer que “la IA es perfectamente capaz de asumir tareas que los humanos amamos hacer, pero también la revolución industrial suprimió en su día tareas que entonces eran asumidas de buen grado por los humanos”, dice. Es decir, “más que lamentarnos porque aquello que amamos podría ser asumido en el futuro por la IA, deberíamos pensar en el uso que queremos dar a esta tecnología, cómo queremos utilizarla en los próximos dos y tres años” adviertió el experto.

La desinformación emanada de la IA

Por su parte, Carsten Knop, en calidad de periodista que tiene que batallar también en su día a día con la pujante IA (con sus ventajas y sus desventajas), reconoció que él y el medio en el que trabaja, Frankfurter Allgemeine Zeitung, están utilizando ya esta tecnología para ganar en eficiencia. “Sería de locos no hacerlo. Sin embargo, jamás utilizaría la IA para que esta tecnología asumiera por completo mi propio trabajo. La IA una herramienta, no un reemplazo del trabajo periodístico”, explicó.

“Hoy por hoy campan libremente a sus anchas en la red de redes miles de imágenes generadas por la IA que son prácticamente indistinguibles de las reales. Y en este nuevo contexto los periodistas debemos verificar cada una de esas imágenes desde un punto de vista casi forense. Este es un nuevo rol que debe asumir el periodismo con la entrada en escena de la IA. Puede que la IA lo cambie todo, pero lo que no podrá cambiar es nuestra firme determinación de ser un medio de calidad. Es ahí donde debemos poner el acento en el futuro y no tanto en la IA. No debemos perder jamás de vista la calidad del periodismo” recalcó el experto.

En definitiva, el experto concluyó el debate subrayando la importancia de los medios a la hora de plantar cara a esa desinformación. “Puedes distinguir las imágenes falsas de las reales por el contexto, pero no puedes hacerlo quizás a nivel puramente individual. Por eso hay que examinar cada imagen generada por la IA adoptando un enfoque escrupulosamente forense. De lo contrario, la línea que separa la verdad de la mentira será cada vez más difusa”, concluyó.

Seguiremos informando…

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