HOSPITAL RUBER INTERNACIONAL

Ya es posible la regulación cerebral a través de una tablet

A TRAVÉS DE LA ESTIMULACIÓN CEREBRAL PROFUNDA (ECP)

Equipo de doctoras del Hospital Ruber Internacional

El Hospital Ruber Internacional ya es capaz de controlar los síntomas neurológicos y psiquiátricos a través de una Tablet. “Se puede subir o bajar la estimulación a distancia”, destaca la Dra. Cristina Torres

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La salud neurológica se encuentra en el centro de la atención pública a medida que los síndromes neurodegenerativos, una categoría de trastornos que afectan al sistema nervioso, inquietan cada vez más a nuestra sociedad. Estos trastornos se caracterizan por la pérdida progresiva de funciones cerebrales, siendo la enfermedad de Parkinson una de las más comunes, entre otras muchas.

También, la incapacidad secundaria a trastornos psiquiátricos que no mejoran con medicación o terapias psicológicas, está generando creciente preocupación entre los profesionales de la salud y la comunidad científica.

Para todo ello, y entre los distintos tratamientos que existen desde hace años, destaca la estimulación cerebral profunda (ECP), una terapia que, según la doctora Cristina Torres Díaz, especialista de la Unidad de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional, “se lleva utilizando varias décadas en pacientes con Parkinson o con temblor esencial, o con algunas otras enfermedades un poco más complicadas, como la distonía o el trastorno obsesivo compulsivo”. Además, como afirma la neurocirujana, esta terapia se está investigando en otras enfermedades como la depresión farmacorresistente, la anorexia nerviosa, la agresividad patológica o la esquizofrenia, así como se ha demostrado que es muy útil para tratar y controlar el dolor neuropático.

El procedimiento, que se realiza mediante una cirugía, consiste en colocar un electrodo dentro del cerebro y, dependiendo de la enfermedad, se pone en un sitio concreto. “El electrodo se conecta a unos cables por debajo de la piel, y luego, a una batería. Es una especie de marcapasos cerebral”, explica la Dra. Torres. La batería da una pequeña corriente, que es lo que ejerce su acción terapéutica regulando los circuitos que no funcionan bien en el cerebro.

A día de hoy, la estimulación cerebral profunda se está aplicando de una manera todavía más novedosa. En palabras de la Dra. Cristina Torres, aunque ya se estaba investigando anteriormente, “a partir del COVID, sobre todo, estamos utilizando unos electrodos que se pueden programar a distancia. Es decir, implantamos el dispositivo en un paciente y empezamos con poca corriente. Durante un mes, más o menos, vemos qué tal va y, si no se encuentra bien del todo y necesita subir esa corriente, tiene que volver a consulta para que le subamos otro poco la estimulación y a lo mejor le bajamos un poco la medicación que estaba tomando”.

En ese sentido, el Hospital Ruber Internacional ha estado recibiendo pacientes procedentes de otros países, “lo que requería visitas frecuentes y era un poco duro para ellos. Ahora, la regulación remota de la función cerebral es posible. El Hospital Ruber Internacional ya es capaz de controlar los síntomas neurológicos y psiquiátricos a través de una Tablet”, destaca la experta.

Una cirugía para todas las edades

Para llevar a cabo la estimulación cerebral profunda, el especialista hace unos trépanos en el cráneo e introduce el electrodo, que mide poco más de un milímetro, a través de un dispositivo que permite hacerlo con precisión milimétrica. “La zona del cerebro donde se quiere implantar está personalizada, es decir, invertimos mucho tiempo haciendo cálculos, dependiendo del paciente, para saber cuál es el área idónea dentro de su cerebro. Todo esto se hace con un software”, detalla la Dra. Cristina Torres.

La cirugía, dependiendo de si es unilateral o bilateral y de si el paciente está despierto o dormido, puede durar desde tres hasta seis horas. El postoperatorio, “en general, no es malo, porque se hace dos pequeños trépanos en el cráneo, en una zona que, por lo general, no suele doler. Lo que habitualmente molesta al paciente cuando se despierta es la zona de la batería, que se implanta en la grasa de la zona del pectoral. A las 24 horas ya está caminando, corriendo… A pesar de que es una cirugía cerebral el postoperatorio es bien tolerado”, señala la doctora.

Puede ocurrir que la batería se desgaste, por lo que existen algunos modelos recargables. Sin embargo, sobre todo al principio, los expertos colocan una que hay que cambiar quirúrgicamente cada tres o cuatro años, dependiendo de la intensidad que requiera cada paciente.

Esta intervención se lleva a cabo tanto en pacientes mayores, de hasta 70 o 75 años, como en niños, en aquellos que tienen distonía. “Cuanto antes se les trate, mejor, para evitar deformidades y para que se puedan manejar bien en el colegio, por ejemplo”, apunta la Dra. Torres. Según la Dra. Mónica Kurtis, en niños con distonía se opera con el mismo sistema de estimulación cerebral profunda, por lo van a poder beneficiarse de este dispositivo de programación a distancia”.

La Dra. Mónica Kurtis recuerda que este sistema beneficia, especialmente, a pacientes que son operados y que viven lejos de los centros de referencia donde se les puede intervenir, “lo cual democratiza mucho. Por ejemplo, si vives en un pueblo de Extremadura o de Castilla-La Mancha, tienes acceso a tu médico de la misma forma que si vivieras en el centro de Madrid. Hoy, por desgracia, esto no es una realidad porque los centros de referencia están lejos de esos sitios”.

Concretamente, la estimulación cerebral profunda se realiza en “muy pocos centros y muy especializados”, puntualiza la Dra. Cristina Torres, quien ha participado en un ensayo clínico para probar la eficacia de la terapia: “Ha tenido buenos resultados y ahora estamos empezando a expandirlo a la población general. Es un procedimiento novedoso que acaba de superar el ensayo clínico, gracias al cual se ha visto que es una técnica eficaz”.

Seguiremos informando…

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