El micromanagement es un método de gestión laboral en el que se ejerce un control excesivo sobre las personas que conforman los diferentes equipos de una empresa o proyecto. Normalmente, implica que se ejerza demasiada presión y atención en cada detalle o acción que realizan los empleados.
“Generalmente, el micromanagement denota una falta de autonomía y de confianza en los equipos que forman la empresa que, al cabo de un tiempo, suele acabar quemando al equipo. Además, suele ser una señal de falta de capacidad para delegar tareas en los managers”, explica Carolina Ulloa, experta en comunicación y marketing, profesora de la UTH Florida University.
El micromanagement no solamente resulta muy ineficaz -señala la experta-, sino que suele ser una pérdida de tiempo para los puestos de responsabilidad que ocupan su tiempo en tareas que son responsabilidad de otras personas y para las que incluso pueden no estar capacitados. A consecuencia de ello, los profesionales pueden comenzar a experimentar desconfianza, desilusión, desmotivación y falta de interés por el trabajo a realizar.
Los efectos negativos
El micromanagement tiene efectos negativos que pueden repercutir gravemente sobre los equipos y, por lo tanto, en el crecimiento del negocio. Dice Ulloa que un sistema demasiado controlador puede provocar que los empleados pierdan su iniciativa al ver cómo su creatividad no tiene cabida.
Entre los efectos negativos está la pérdida de motivación, de aspiración y, por tanto, la desvinculación con los cometidos profesionales. “A largo plazo, termina produciendo inseguridades, tensión emocional, descontento y falta de confianza en sus capacidades. Y, por supuesto, si se hace de forma continuada puede llegar a provocar estrés, nerviosismo e incluso problemas de salud mental en los trabajadores”, explica la profesora.
El micromanagement puede llegar a convertirse en una pérdida de tiempo incluso para el propio manager ya que gasta demasiado tiempo controlando y supervisando tareas que podrían avanzar más rápido sin su actividad.
Cómo saber si somos un micromanager
Para saber si ejercemos el micromanagement, debemos observar a nuestro equipo, y preguntarnos de forma honesta:
- ¿Evito delegar labores?
- ¿Prefiero trabajar solo?
- ¿Confío en mi equipo?
- ¿Me es difícil elogiar o felicitar a mi equipo de trabajo en alguna victoria?
- ¿Creo que puedo saber más que los demás, aún cuando no es mi área de trabajo?
- ¿Siempre estoy insatisfecho con la calidad del trabajo de mi equipo?
- ¿El equipo me hace preguntas si no entiende una tarea?
- ¿Se disculpan conmigo por todo?
- ¿Interactúo demasiado con mi equipo?
- ¿Pido tener visibilidad en todo?
- ¿Solicito demasiados cambios?
- ¿A menudo realizo el trabajo del equipo?
- ¿Me enojo con el equipo?
- ¿Mi equipo tiene miedo de acudir a mí en busca de soluciones?
- ¿Las personas de mi equipo trabajan en exceso y están siempre estresadas?
Cómo evitar ser un micromanager
Si la respuesta a la mayoría de las preguntas anteriores ha sido positiva, es posible que estemos ejerciendo micromanagement en nuestro equipo. Según Carolina Ulloa, estas son algunas de las recomendaciones para evitarlo:
Delega tareas: Comienza por dividir tareas entre tu equipo, aprovechando que las tecnologías actuales permiten delegar actividades de una forma mucho más sencilla que antes.
Valora a tu equipo: Trabaja en construir confianza entre tus subordinados para que cada uno se sienta valorado y capaz de hacer su trabajo, esto mejorará considerablemente su rendimiento, lo cual, se reflejará positivamente en el corto plazo.
Enseña y da un paso atrás: Hazle llegar a tu equipo las herramientas para completar su trabajo, en lugar de hacer el trabajo por ellos.
Erradica la mentalidad negativa: Cambia la forma en la que ves a tu equipo. La desconfianza, la inconformidad y la intolerancia de tu parte, los perjudica a todos.
Aprende sobre liderazgo: Dedica un tiempo a investigar estrategias que han sido exitosas para muchos líderes en el mundo y sácales provecho, de esta forma podrás tomar ejemplo de los mejores y aplicarlos en tu propio campo.
Presta atención al después: Toma datos y mide los resultados para saber cuáles aspectos han mejorado y cuáles deben mejorar.
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