El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común a nivel mundial. Se conocen más de 200 subtipos de VPH y, aunque la mayoría de estas variantes producen enfermedades banales como verrugas genitales, algunos genotipos pueden causar distintos tipos de cáncer y problemas de salud reproductiva.
Cualquier persona que tenga relaciones sexuales puede estar en riesgo de infección por VPH, especialmente si tiene múltiples parejas sexuales a lo largo de su vida. Se estima que entre el 85 y el 90% de la población sexualmente activa (tanto hombres como mujeres) adquirirán el virus en algún momento de su vida.
En la actualidad existe una vacuna altamente eficaz contra el VPH que se recomienda administrar antes del inicio de las relaciones sexuales. En España la vacuna del Papiloma se administra gratuitamente a los 12 años a todos los adolescentes. También se vacuna a los adolescentes de 13 a 18 años en caso de que no se hayan vacunado con anterioridad o que estén parcialmente vacunadas. Además, y según la comunidad autónoma, también se vacunan otros grupos de riesgo con una pauta de tres dosis.
La forma de contagio más habitual es mediante relaciones sexuales sin protección con una persona infectada que puede no presentar ningún síntoma, ya que pueden pasar meses o años entre el contagio y la aparición de sintomatología. Por lo general se transmite por vía sexual infectando la piel (pene, vulva, ano) o las mucosas de las áreas genitales (vagina, cuello uterino y recto). También puede manifestarse en el área bucal y región faringoamigdalar.
Los grupos poblacionales con mayor riesgo de contraer VPH son los hombres y mujeres que que tengan relaciones sexuales sin protección con una persona que esté infectada; pacientes inmunosuprimidos: pacientes con VIH, pacientes trasplantados, pacientes con hepatitis, entre otros; mujeres con antecedente de VPH en el área ginecológica; pacientes con antecedentes de cualquier otra enfermedad de transmisión sexual (ETS); personas que han desarrollado lesiones clínicas (condilomas) en el área perianal o genital.
Prevención y diagnóstico del VPH
Aunque en el 90% de los casos de contagio el VPH desaparece de forma espontánea, en otros casos el organismo no logra eliminarlo y se pueden desarrollar lesiones benignas (verrugas), premalignas o cáncer.
Los condilomas (verrugas cutáneas y genitales) son lesiones benignas molestas y contagiosas, pero la gran mayoría se pueden eliminar fácilmente con tratamiento quirúrgico láser.
Pero los pacientes contagiados por alguno de los 14 genotipos de VPH considerados de alto riesgo pueden desarrollar una displasia (cambios atípicos a nivel celular) que, según el grado y tiempo de evolución, puede llegar a producir cáncer anal. Para estos pacientes es importante el diagnóstico precoz mediante pruebas específicas y un control periódico de un médico especialista.
Detección y tratamiento del VPH anal
El equipo de Proctología de Unidad Cirugía Barcelona, liderado por el Dr. Manuel Prados Guzmán junto con el Dr. Elvis Vargas Castillo en el Hospital Universitari Dexeus, dispone de una avanzada tecnología THD ProctoStation® para el control y tratamiento del VPH por infección anal con la Anoscopia de Alta Resolución y es pionera en la realización de estas técnicas.
El Dr. Prados, cirujano jefe de la unidad, explica que “es probable que las personas no sean conscientes de que están infectadas por el virus por ser asintomáticos, por la ausencia de lesiones aparentes o porque estas son difíciles de ver. Por ello la prevención y detección temprana con revisiones periódicas y hacer un seguimiento adecuado son clave para evitar contraer enfermedades como el VPH. Con esta avanzada tecnología realizamos el cribado del VPH con la anoscopia de alta resolución para obtener el diagnóstico y tratamiento de estas patologías anorrectales en consulta”.
Seguiremos informando…