LA EDAD DE LOS PRIMEROS RETOQUES ESTÉTICOS BAJA DE 35 A 20 AÑOS

Cada vez más jóvenes se someten a retoques estéticos incitados por las redes sociales

SU EXCESIVA NORMALIZACIÓN POR PARTE DE LOS INFLUENCER Y LOS FILTROS

La exposición en redes sociales produce una necesidad de aprobación externa con la que satisfacer las expectativas sociales. Esto genera una dependencia de validación constante, por lo que necesitamos agradar a los demás con nuestro aspecto físico

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Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), la edad de los primeros retoques estéticos en España ha bajado de los 35 años a los 20 en los últimos años.

En este contexto, las redes sociales pueden tener gran parte de culpa. Primero por estar constantemente expuestos a contenido ajeno que realmente no sabemos si está retocado o tiene algún tipo de filtro, por lo que en muchos casos se muestra una “falsa realidad” con la que los usuarios tienden a compararse.

En segundo lugar y teniendo en cuenta que todos los usuarios de las redes sociales más conocidas (TikTok, Instagram, Snapchat…) tienen acceso a los filtros que estas ofrecen, el estar continuamente observando la imagen de uno mismo que no es real (y que oculta en muchos casos sus complejos) puede dar lugar al deseo de esa imagen.

Más de 6 y 8 horas frente a las pantallas

Las redes sociales forman parte fundamental de la vida de cada vez más personas y, sobre todo, de los jóvenes, que son los que más se animan a compartir fotos y vídeos, en muchos casos, cambiando su aspecto a través de filtros.

Existen muchos estudios que intentan calcular la cantidad de horas de media que pasan los jóvenes en frente de las pantallas y haciendo scroll en redes sociales, sin embargo, pocos reflejan la realidad, puesto que, si nos acercamos más al entorno de los jóvenes, veremos que son una gran cantidad de ellos los que pasan más de 6 y 8 horas, llegando en algunos casos, incluso a 10 utilizando sus teléfonos móviles, tabletas, etc.

Lo cierto es que, estando tantas horas expuestos a las redes sociales, su contenido y lo que estas ofrecen, puede llevar a los usuarios a sufrir una distorsión de la realidad. Aunque parezca evidente, muchos usuarios no son conscientes de que los contenidos que ven en estas plataformas son los que minuciosamente los creadores deciden compartir. Esto coincide con sus momentos más felices (al menos aparentemente), con mejor aspecto, etc.

Además, en la gran mayoría de los casos, la exposición en redes sociales produce una necesidad de aprobación externa con la que satisfacer las expectativas sociales. Esto genera una dependencia de validación constante.

Normalización excesiva

Los influencers y personajes públicos que dominan las redes sociales se han convertido indiscutiblemente en referentes para la población en todo tipo de ámbitos (moda, belleza, lifestyle, deporte, cocina…). Sin embargo, la gran mayoría de estos referentes del mundo digital cuentan con retoques estéticos que muestran a sus seguidores y que, posiblemente, se hayan realizado por la presión a la que están sometidos al ser personas públicas que reciben muchos comentarios por parte de desconocidos, tanto buenos como malos.

Aunque tomar la decisión de someterse a retoques estéticos no es malo, promover esto antes que trabajar los complejos e inseguridades de la mano de especialistas, sí lo es. Los retoques estéticos son el camino fácil y es cada vez la opción más elegida por los usuarios de todas las edades, algo que preocupa, sobre todo, en adolescentes que toman la decisión de cambiar su físico cuando ni siquiera han terminado de desarrollarse.

Seguiremos informando…

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