El cambio climático, un cambio a largo plazo de las temperaturas y los patrones del clima, entraña riesgos para la salud mental, según se ha puesto de manifiesto en la jornada “Avanzando en Depresión en Atención Primaria”, organizada por Lundbeck en Madrid.
Esta idea también la han expresado organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) o el Observatorio Europeo del Clima y la Salud. Todos ellos han llamado la atención sobre la amenaza que supone el cambio climático para la salud mental y el bienestar psicosocial, al provocar trastornos que van desde el malestar emocional hasta la ansiedad, depresión o conductas suicidas.
“Existe evidencia sólida que sugiere que la exposición a la contaminación del aire, especialmente a las partículas finas (PM) y a climas extremos, puede inducir estrés oxidativo, neuroinflamación y cambios estructurales en el cerebro, lo que se asocia con trastornos mentales como la depresión y un incremento del riesgo de suicidio”, explica la Dra. Giovanna Fico, psiquiatra e investigadora postdoctoral de la Unidad de Trastornos Bipolares y Depresivos del Hospital Clínic de Barcelona.
Enero de 2024 ha sido el mes de enero más cálido registrado a nivel mundial, con una temperatura promedio del aire de 13-14ºC, es decir, 0.70ºC por encima del promedio de enero de 1991 a 2020. A partir de los 23ºC, cada aumento de un grado incrementa el riesgo de depresión, mientras que la exposición a la contaminación del aire aumenta también ese riesgo. Además, aquellas personas que cuentan con un diagnóstico previo de trastorno depresivo presentan una mayor vulnerabilidad hacia el empeoramiento de esa sintomatología depresiva.
Fenómenos meteorológicos extremos y temperaturas extremas
Según el Observatorio Europeo del Clima y la Salud, el cambio climático puede afectar a la salud mental a través de varias vías, como los fenómenos meteorológicos extremos (que causan trastorno de estrés postraumático, ansiedad y depresión), o las temperaturas extremas (que afectan el estado de ánimo, aumentan el riesgo de suicidio y afectan el bienestar de las personas con problemas de salud mental).
Se prevé que la frecuencia y la intensidad de las olas de calor extremas sigan aumentando en todos los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero. En este contexto, el Foro Económico Mundial expone que las hospitalizaciones por trastornos psiquiátricos y las visitas psiquiátricas de urgencia tienden a aumentar durante las olas de calor, así como las tasas de suicidio.
Además, la tendencia observada de condiciones más cálidas y secas en el sur de Europa continuará en las próximas décadas, lo que conducirá a aumentar la gravedad y la ocurrencia de incendios forestales. Por otro lado, las proyecciones estiman que las inundaciones costeras por sí solas podrían causar cinco millones de casos adicionales de depresión leve al año en la UE para finales del siglo XXI bajo un escenario de aumento elevado del nivel del mar y en ausencia de adaptación.
Entre los efectos indirectos del cambio climático, la Dra. Fico destaca que “el cambio climático afecta a la situación social de los individuos más frágiles, empeorando la salud mental. Los síntomas más frecuentes son los depresivos”.
La población infantil, juvenil y adultos jóvenes son particularmente vulnerables a la angustia y los problemas de salud mental relacionados con los cambios ambientales. Una encuesta mundial refleja que los sentimientos sobre el cambio climático afectan negativamente la vida diaria y el funcionamiento de casi la mitad de los niños y jóvenes, y el 75 % de los encuestados considera que su futuro es “aterrador”.
Seguiremos informando…