Actualmente, España es el segundo país de Europa que más coches fabrica. Sus exportaciones representan el 18% de las exportaciones españolas y el conjunto de su industria aglutina el 10% del PIB español. Son datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de 2023 que sirven para resumir la importancia del sector en nuestro país. Un sector que mira con miedo los pasos que se están dando en la industria.
Y es que, a pesar de que el automóvil es una de las industrias más fuertes de nuestro país, el rumbo que han decidido tomar los partidos políticos y la industria del automóvil está amenazando a algunas de las compañías automovilísticas españolas con dañar seriamente el trabajo de sus empleado ya sea por la vía de despidos objetivos o ERES (Expediente de Regulación Temporal de Empleo).
Ford y Almussafes
En concreto, las malas noticias en este caso han venido dadas por Ford en su fábrica de Almussafes (Comunidad Valenciana). La compañía ha dado malas noticias al país y al sector a través de un comunicado que ha lanzado en la mañana de este miércoles anunciando la puesta en marcha de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para afrontar un “excedente” de 1.622 trabajadores, el 34% de toda la plantilla del complejo industrial, que ahora se sitúa en algo más de 4.700 empleados.
El plan inicial de la multinacional, según la documentación entregada a la central que monopoliza el comité, la Unión General de Trabajadores (UGT), pasa por fijar un despido objetivo para 996 personas y aplicar bajar incentivadas definitivas para otras 626. Los casi mil operarios despedidos tendrían preferencia de recontratación en 2027. Pero, aun así, es tal la situación que UGT ha pedido ayuda a las Administraciones Públicas,
Ahora bien, aunque se trata de una crisis que afecta de lleno a la propia empresa y de forma directa también al sector del automovil, Ford está intentando demostrar su compromiso con los trabajadores, ¿cómo? La empresa ha matizado a posteriori de su comunicado que está abierta a negociar “soluciones transitorias” para cerca del millar de personas afectadas por el posible despido.
En palabras de sus responsables: “Ford está comprometido a trabajar constructivamente con la Representación Legal de los Trabajadores y los gobiernos nacional y regional para encontrar todas las oportunidades posibles para reducir el impacto en los empleados de Ford, sus familias y la comunidad local”.
Los ERES y la reputación
En este sentido, Manuel Sevillano, Director de Reputación y Sostenibilidad de ATREVIA, ha afirmado que, para ver las consecuencias reales de esta situación a nivel de imagen, “habrá que ir viendo, porque la reputación es algo estructural y el ERE va a generar mucho ruido a corto; pero no suele ser una crisis que se mantenga en el tiempo”. Por ello, el experto aconseja llevar la crisis “con la máxima transparencia y trasladando la narrativa a futuro, hay que empezar desde ya a gestionar las expectativas”.
Aun así, cabe recordar que se trata del segundo ERE en poco más de un año, lo que está haciendo que a compañía no esté teniendo nada fácil solventar dicha crisis. Desde su dirección han prometido una nueva unidad híbrida para 2027, con la previsión de sacar cada año de la factoría 300.000 coches, pero pese a los anuncios realizados antes de acometer el ajuste de empleo del año pasado, la multinacional sigue sin poner fecha a la inversión en la nueva plataforma eléctrica por lo que la incertidumbre de los trabajadores ante su situación laboral sigue siendo la misma.
En este sentido, Sevillano, como experto en reputación y con gran experiencia en crisis empresarial, ha dejado claro que un ERE es siempre “más preocupante a nivel interno que externo, el problema es que la incertidumbre interna se traslade a los stakeholders externos” a lo que ha añadido que, aun así, siempre se solventara mejor y “afectara, pero menos, si se acompañan de una plan de viabilidad futura”.
Ahora bien, ante esta situación, es importante remarcar como el caso Ford no es ni mucho menos anecdótico en nuestro país, desde 2022 buena parte de las plantas españolas han tenido que asumir que verán recortado el número de empleos, el salario o algunas de sus condiciones de trabajo más ventajosas.
En definitiva, la realidad es, como bien afirmaba para una entrevista en PRNoticias, Victoria Rodríguez, Directora de Recursos Humanos de Ogilvy, que “en cuanto al cuidado de los trabajadores y la retención de talento, creemos que todavía hay importantes retos por abordar” añadiendo que, “uno de los principales desafíos de las empresas es seguir trabajando en la creación de un ambiente laboral saludable y en la promoción de políticas de conciliación y flexibilidad que permitan a los empleados equilibrar su vida personal y profesional”.
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