El Partido Demócrata de EE. UU. ha cerrado en Chicago su Convención Nacional y -como no podía ser de otra manera- Kamala Harris ha acaparado casi todos los titulares a nivel global. Coronada ya como la candidata demócrata, en su discurso ha hecho énfasis en lo que será su estrategia de campaña: libertad, justicia y unidad.
“Con estas elecciones nuestra nación tiene una oportunidad preciosa de deshacerse de la amargura, el cinismo y las batallas divisorias para trazar un nuevo camino hacia adelante. No como los miembros de un partido o una facción, sino como americanos”, ha dicho Harris la noche del 22 de agosto. Pero, más allá de contar lo que han sido estos cuatro días de convención, desde el pasado 19 de agosto, los medios españoles han dedicado un espacio al análisis y el pronóstico.
Periodistas, asesores políticos, profesores universitarios y profesionales de los Asuntos Públicos han disertado en medios y redes -desde distintas perspectivas- sobre su arribo, preparación y arrojo para medirse en las urnas con un ‘todopoderoso’ Donald Trump, y lo que podría pasar si, el próximo 5 de noviembre, llega a convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos. No hay una conclusión, pero sí una aproximación a lo que piensa la sociedad española sobre Kamala Harris.
El efecto Kamala
“Con un inicio de verano tan ominoso, las vacaciones de la Eurobubble están resultando inesperadamente placenteras gracias al efecto Kamala. Las encuestas en estados clave ya apuntan a remontada y la campaña de Trump parece no encontrar la manera de adaptarse a la nueva situación. Pero ¿está justificado el alivio europeo?”, asegura Ángel Álvarez Alberdi, Head of Brussels Office at LLYC, en su articulo ¿Esperando a la amiga americana? publicado este 19 de agosto en El Español.
En su texto, el analista señala que en Bruselas, donde también ha habido elecciones este año, la “amenaza clara y presente de una segunda e híper vitaminada administración Trump” se había convertido en una “pesadilla”. Aunque la victoria del candidato republicano sigue siendo posible, Álvarez Alberdi cree que la llegada de la candidatura de Harris aporta nuevos aires y que “la Comision von der Leyen II tendrá que demostrar pronto una gran sutileza a la hora de colaborar con nuestro amigo americano”.
El agujero y los precios
“Solo Harris puede detener ahora a Trump, lo que no significa que sea un mirlo blanco, sobre todo en economía, y hay que decirlo. Su propuesta de controlar precios por primera vez en EEUU es insólita y va contra todas las libertades americanas”, dice el periodista y profesor de la Universidad de Navarra, Jesús Rivasés, en su artículo de opinión Kamala, el agujero y los precios, publicado este 22 de agosto en La Razón.
En un texto en el que aparece más el nombre de Donald Trump, a quien compara con algunos políticos españoles, asegura que “Kamala Harris es la esperanza de la nueva era que soñaba Ratzinger”, más por ser el lado opuesto del candidato republicano que por méritos propios, en tanto “Trump, visto con ojos europeos –no votan en Estados Unidos– es insuperable como ejemplo del ombliguismo y de casi todo lo no recomendable”.
Sobre la voluntad en las democracias
“Hay relevo, y uno potente: la misma Harris, que ha acompañado discretamente a Biden toda la legislatura, muestra su gancho y su energía avasalladoras”. Para la profesora de Ciencia Política de la UAM, Máriam Martínez-Bascuñán, la llegada de Kamala Harris a la candidatura del Partido Demócrata, es el fiel ejemplo de que “las democracias no se cambian o resetean a sí mismas, debe haber voluntad para ello”, o lo que a su juicio es lo mismo, “el trumpismo no es inevitable y son los partidos quienes deben mermar su influencia”.
La politóloga española, especialista en teoría política y social y teoría feminista, afirma en su artículo de opinión Kamala Harris y la prueba del algodón, publicado este 18 de agosto en El País, que la prueba del algodón de las democracias es “que los partidos actúen como filtros, impidiendo a los extremistas llegar al poder”. Tanto así, Harris estaría encarnando tal prueba, porque a menos de cien días de las elecciones, los demócratas habrían evitado el caos y cerrado filas alrededor de su figura.
Vientos de cambio
“A Kamala Harris le toca liderar una muy reñida contienda y cargar de sustancia lo que ahora es entusiasmo. El momentum en la política puede ser fugaz”, es la conclusión del artículo El ‘momentum’ de Kamala Harris, publicado por la periodista Gina Montaner, en El Mundo este 22 de agosto. Afirma la también escritora cubano-española que con la llegada de Harris, “los vientos de cambio avanzan a gran velocidad, al menos dentro del Partido Demócrata, y la atmósfera de renovación tiene un efecto contagioso”.
Montaner hace un repaso de lo sucedido hasta ese momento en la Convención, participación de los Obama incluida, y asegura que el objetivo de los demócratas es “solidificar un frente común que impida el retorno de Trump a la Casa Blanca”. Es enfática al recordar que la pelea apenas comienza y “será dura hasta noviembre, por mucho que, según las últimas encuestas, el voto joven y el de las mujeres independientes moderadas se inclina por Harris”.
La estrategia de no jugar la carta del género
“Si la tendencia de las encuestas se confirma en las urnas, Harris hará historia como la primera mujer presidenta de los EE UU. La naturaleza de género de este paso histórico, sin embargo, es algo que siempre trata de esquivar”, asegura el periodista Sandro Pozzi en su artículo Kamala Harris evita jugar la carta del género publicado este 21 de agosto en Artículo 14, que además considera “un claro desmarque estratégico respecto a Hilary Clinton”.
Según Pozzi, Harris busca centrar su campaña en sus logros como fiscal, senadora y vicepresidenta. “Es calcado a lo que hizo el equipo de Barack Obama en las elecciones de 2008”, y deja una pregunta abierta al final del texto, que se estarían haciendo los analistas: “Si el entusiasmo que genera ahora Kamala Harris entre los demócratas es porque les gusta o porque como en el caso de Barack Obama ven que es capaz de liderar un nuevo movimiento”. A su juicio, la carta del género puede limitarla, y eso podría impedirle convertirse en un símbolo.
La responsabilidad de los asesores
La periodista Gina Tosas, redactora de Internacional en LaVanguardia.com, explica en su artículo Kamala Harris, de vicepresidenta invisible a rival capaz de vencer a Trump publicado el 19 de agosto, que la invisibilidad de la ahora candidata a la presidencia de Estados Unidos fue más culpa de sus asesores, que de ella. Y lo argumenta con citas de medios estadounidenses, que aseguran que “hoy su equipo reconoce el error de no haber sabido explicar su labor”.
Dice Tosas que la aparición de Kamala Harris “ha tomado desprevenidos a los republicanos, pero Trump pronto pondrá a trabajar la maquinaria de los ataques y allí la candidata demócrata deberá responder”, y se pregunta para finalizar: “¿Será Harris capaz de mantener el impulso de su lanzamiento en los menos de tres meses que le quedan para las elecciones?”.
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