El camino que Pedro Sánchez empezó en primavera ha vivido este martes en el Congreso de los Diputados al dar luz verde al plan de “regeneración democrática” propuesto por el presidente del Gobierno. Un plan que ha salido adelante con muchas lagunas y que sigue despertando muchas inquietudes.
El presidente del Gobierno insiste en la necesidad de crear nuevas líneas que favorezcan la transparencia dentro de los medios de comunicación. Entre esa abogacía por la regeneración democrática y la persecución de los bulos, apuesta por la total transparencia a la hora de saber quién es propietario de los medios de comunicación y todos los detalles pormenorizados que se deriven de la publicidad institucional recibida.
Será Moncloa quién centralizará el reparto de la publicidad institucional para unificar los criterios para “premiar” al buen periodismo y acabar con los bulos. Sin embargo, siguen sin concretar cuáles serán los criterios para identificar el mal periodismo y, por tanto, el reparto de publicidad.
Ley aprobada en el Congreso
La ley ha sido una de las grandes apuestas de Pedro Sánchez desde su amago de dimisión la pasada primavera tras el “acoso mediático” que sufrió su mujer Begoña Gómez. El mismo presidente que ha incrementado el gasto público en publicidad institucional hasta sus niveles más altos, alcanzando los 138 millones de euros.
Además, no ha pasado inadvertido para los medios de comunicación, que la denominada “máquina del fango” por Pedro Sánchez se limita a una dirección. Según ha publicado recientemente El Confidencial, desde Moncloa se ha iniciado una campaña que pone en el punto de mira a varios medios de comunicación y periodistas. Concretamente apuntan al Grupo Planeta y a periodistas como Antonio García Ferreras.
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