Rocío Monasterio ha dejado su puesto como líder del Vox en Madrid. Más que dejarlo, Santiago Abascal, “mandamás” del partido de ultraderecha, ha tomado la decisión por ella acabando con el último eslabón que habría la puerta a debates internos dentro del partido.
En su lugar llega José Antonio Fúster, una de las voces más extremas del partido de ultraderecha y uno de los hombres de confianza de Julio Ariza. A nadie le pasa desapercibido que cada cambio dentro Vox sirve para fortalecer a los conocidos como “el Clan Intereconomía” y acallar las pocas voces críticas que se atreven a contradecir la ruta marcada por el líder que ni paga ni indemniza.
Rocío Monasterio se une a la lista de bajas entre las que se encuentran su propio marido, Espinosa de los Monteros, y otros nombres como Rubén Sánchez, Víctor Sánchez del Real o Macarena Olona, quien ya avisó que la siguiente en la lista de bajas sería la propia Monasterio.
Voces críticas
Estos cambios han provocado que fuentes internas del partido “liderado por Abascal” hayan advertido del giro a la derecha de la derecha que sigue marcando Julio Ariza y el “Clan Intereconomía”. Son muchos los que piensan que Santiago Abascal se está dejando arrastrar por una estrategia marcada por el empresario y dueño de Intereconomía, que se centra en arrinconar al líder de Vox y rodearle de los hombres de confianza de Ariza.
La realidad es que han sido pocos los dirigentes fundadores de Vox que han sobrevivido al paso del tiempo. Ahora toman peso en la ultraderecha hombres de la máxima confianza de Ariza, como el propio Fúster o Kiko Méndez Monasterio. ¿Cuál será el siguiente paso?
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