Las empresas españolas están avanzando hacia la implementación de prácticas ESG, pero todavía enfrentan barreras importantes como la falta de regulación o incentivos claros y la necesidad de mayores recursos financieros y capacitación interna. Y es que sólo el 41,4% de las empresas afirma estar en fase de preparación para cumplir con las directrices ESG y un 7,9% aún no publica informes anuales ESG pues, aunque la materia está ganando importancia, aún no se ha convertido en una prioridad para muchas organizaciones.
Así se desprende del estudio “¿Están las empresas españolas preparadas para los retos que planeta la CSRD?“, de la agencia Canela, que analiza a directores generales, responsables de sostenibilidad y líderes empresariales para conocer cómo están afrontando el reto del informe de sostenibilidad bajo la nueva Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD).
Esta normativa, que se deberá implementar de manera escalonada entre 2025 y 2029, afecta tanto a grandes corporaciones como a entidades más pequeñas, y exige un nivel de transparencia mucho mayor en el reporting de sostenibilidad y ESG (ambiental, social y de gobernanza). La mayoría de las empresas deberá comenzar a recopilar datos sobre el ejercicio fiscal de 2025, por lo que es crucial empezar a prepararse cuanto antes.
¿Están preparadas las empresas españolas para los retos que plantea la CSRD? Los datos
Aunque muchas empresas ya han comenzado este proceso, todavía no lo han completado del todo, lo que refleja que ESG sigue siendo un área en desarrollo en muchas organizaciones. El 50,2% de las empresas tiene solo a algunos miembros del equipo capacitados en ESG, lo que sugiere la necesidad de invertir más en formación. Aún así, el 97,5% de las empresas ya ha invertido en recursos específicos para ESG, lo que demuestra un claro compromiso con la sostenibilidad. Solo el 2,5% aún no ha dado este paso.
En cuanto al tema financiero, el estudio muestra que el 70,4% de las empresas asigna su presupuesto ESG desde el presupuesto general, y sólo el 1,5% destina más del 50% de su presupuesto general a ESG, la mayoría asigna cantidades significativamente menores. Estos datos subrayan la necesidad de aumentar la inversión en sostenibilidad. Las empresas deben reevaluar cómo están distribuyendo sus recursos y considerar cómo un mayor enfoque en ESG puede mejorar su reputación y desempeño a largo plazo.
La falta de regulación o incentivos claros (51,2%) es la principal barrera identificada por las empresas. Además, la falta de recursos financieros y la falta de conocimientos y habilidades internas (ambas con un 37,4%) también representan obstáculos significativos. Para superar estas barreras, las empresas deben buscar soluciones creativas para financiar sus iniciativas ESG. Esto podría implicar colaborar con otras organizaciones, acceder a subvenciones o fondos gubernamentales, o reasignar recursos internos para priorizar la sostenibilidad.
A largo plazo, el 57,6% de las empresas asegura querer enfocarse en la mejora de la eficiencia energética, lo que refleja una apuesta sostenida por la reducción del consumo y el impacto ambiental; el 49,8% prioriza la mejora de las relaciones con la comunidad, y el 49,3% sigue enfocándose en la reducción de la huella de carbono como un objetivo clave de su estrategia. También se destacan otros objetivos importantes, como el fomento de la transparencia y políticas anticorrupción (48,3%) y el fomento de la igualdad, diversidad e inclusión en la fuerza laboral (45,8%).

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