EL GOBIERNO, METIDO EN UN BERENJENAL

Moncloa, preocupada por la posibilidad de quedarse sin Prisa

EL ANÁLISIS DE ‘EL CONFIDENCIAL’ DA EN EL CLAVO

En las últimas semanas, después del cerrojazo de Joseph Ourghoulian en Prisa a causa de la polémica televisión promovida por José Miguel Contreras, se vislumbran movimientos en el entorno gubernamental y mediático que presagian, incluso, regresos de defenestrados.

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Que Moncloa está en situación crítica es un hecho. La política comunicacional y la estrategia audiovisual han saltado por los aires desde que el máximo jefe de Prisa decidió liquidar a los promotores de una televisión que, salvo intereses personales camuflados de intereses políticos, nadie terminaba de ver como negocio.

En las últimas semanas, y pese a los intentos por recuperar pie, a nadie se le escapa que el Ejecutivo se ha dejado pelos en la gatera. La declaración de intenciones de Joseph Ourghoulian tras su designación como presidente de ‘El País’ ha sido contundente y con un único juicio unánime: ¿cómo se ha conseguido que el principal grupo editorial progresista de España haya terminado encarándose con el Gobierno?

Quienes se plantean la preguntan tienen, en su mayoría, también la respuesta. Y prácticamente todos identifican a un responsable: José Miguel Contreras. La figura del catedrático y asesor en materia audiovisual del Gobierno cotiza a la baja estos días tras el patinazo -y su expulsión- del Grupo Prisa.

Y es que la sensación transmitida por los ‘Contrera’s boys’ de Prisa es que andan a la desesperada, llamando a todas las puertas gubernamentales, para desbancar al armenio de lo más alto del grupo. Sin embargo, las cosas no son tan fáciles.

La filtración del encuentro de Óscar López con el primer gestor de Vivendi para, supuestamente, ‘presionar’ sobre el accionariado de Prisa ha supuesto otra crisis más en este sainete. Además, a nadie se le escapa que durante años, los mismos que ahora cortejan con el palo y la zanahoria a los accionistas franceses son los mismos que vetaron su crecimiento en Prisa bajo la acusación de ser de ‘extrema derecha’.

El movimiento ha sido perfectamente analizado por el director de ‘El Confidencial’, Nacho Cardero, que el lunes apuntaba las diferencias entre la finura del difunto Miguel Barroso (tipo suficientemente inteligente como para no haber creado una crisis como la actual) y Contreras, del que apunta que “empieza a darle quebraderos de cabeza” al Gobierno.

“Carece de las habilidades de su predecesor, emplea la brocha gorda y ha embarcado al Gobierno en la madre de todas las guerras, la de Prisa, cuando no había razón alguna para hacerlo, salvo por el capricho de contar con una televisión propia para alcanzar un 2% de share”, razonaba Cardero en un análisis que, por cierto, se ha escuchado en los últimos días en bocas socialistas. Mucho arroz para tan poco pollo, que reza el dicho.

Aunque otro punto llamativo es la posibilidad de que Sánchez, solo y defraudado por sus asesores de cabeceras, pueda repescar a Iván Redondo, su exjefe de gabinete lamido por el dúo Barroso-Contreras. ¿Puede el de San Sebastián regresar a La Moncloa? Según el director de ‘El Confidencial’, nada es descartable.

Desde luego, quienes conocen al consultor vasco reconocen que el reto de salvar a un Sánchez acorralado por varios frentes le debe ‘tirar’. Otra cosa es si Redondo ha perdonado y si está dispuesto a meterse en ese charco ahora que vive un momento profesional en otra longitud de onda.

Seguiremos Informando…

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