“¿Para esto vale la televisión pública?”, se pregunta un trabajador de Radio Televisión Española visiblemente hastiado de la deriva que está tomando la corporación. Las últimas decisiones del presidente José Pablo López han levantado ampollas dentro del ente y hay quien se posiciona ya abiertamente en contra del directivo malagueño.
Su elección como máximo responsable de RTVE estuvo empañada por la modificación de la Ley Audiovisual de la corporación, que le permitió contar con una mayoría progresista en el Consejo de Administración y ampliar su poder. Ahora, sabiéndose omnipotente, hace y deshace a su antojo.
Solo así se entiende que el universo Sálvame se pueda ver en las tardes de La 1 tras ser denostado por Mediaset, que rectificó a tiempo en un intento desesperado por desvincularse de una forma de hacer televisión tóxica y dañina.
Los últimos en clamar contra este sinsentido han sido los trabajadores de Informativos, que a través de un comunicado han protestado para defender “la credibilidad de RTVE”. El motivo ha sido la presencia de Marta Riesco, colaboradora de La familia de la tele, en Roma, desde informó el pasado jueves de la última hora del cónclave que acabó auspiciando a Robert Prevost como nuevo papa de la Iglesia católica.
“El Consejo de Informativos de TVE urge a la presidencia y al Consejo de Administración de RTVE a actuar para que el programa ‘La familia de la tele’ no merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca”, señalan.
De periodistas de la casa hasta ex presidentes
Las quejas por La familia de la tele son transversales a todos los niveles. Al comunicado del Consejo de Informativos y al del sindicato USO hay que sumar las protestas de profesionales de la casa que, con su propio nombre, han manifestado su descontento.
Una de ellas ha sido María Escario, histórica presentadora de los Deportes y más recientemente Defensora del espectador. Desde su cuenta de X (Twitter) se hizo eco de un artículo firmado por Ángeles Caso -ex trabajadora de RTVE- donde se hacía referencia al programa en términos como “ridículo” y “absurdo”.
Otro de los que han alzado la voz es José Manuel Pérez Tornero, presidente de RTVE entre 2021 y 2022. ““¿Para qué copiar a Telecinco? Para nada: la audiencia prefiere la original”, dijo recientemente a través de su cuenta en X.
Además, se atrevió a darle un consejo a José Pablo López, actual presidente del ente público: “Está claro que mantener la identidad de una radiotelevisión pública en medio de tanta degradación y desinformación cuesta, pero es lo único inteligente que puede hacerse”.
Manifiesto de más de 130 periodistas
Para más inri, este lunes más de 130 ex trabajadores de RTVE han alzado la voz contra el programa La familia de la tele a través de un manifiesto en el que expresan su profunda preocupación por el daño que este tipo de formatos puede infligir a la imagen de la televisión pública.
Argumentan que ni el tono ni la forma del programa se ajustan a lo que se espera de un medio de comunicación que debe prestar un servicio público de calidad. Enfatizan que los profesionales y la audiencia merecen respeto y que la inversión de recursos públicos en este tipo de entretenimiento cuestionable se produce en detrimento de espacios informativos y culturales esenciales.
El manifiesto subraya el contraste entre el rigor informativo con el que los profesionales de RTVE han cubierto eventos relevantes, como el reciente Cónclave para la elección del nuevo Papa, y el enfoque que consideran frívolo y sensacionalista de La familia de la tele.
Los firmantes lamentan que se priorice un modelo de televisión que imita a las cadenas privadas, compitiendo con “entretenimiento vacío”, en lugar de mantener la identidad y los valores que se esperan de una radiotelevisión pública.
Entre los firmantes del manifiesto se encuentran rostros históricos de la cadena, lo que añade peso a sus críticas. Su preocupación se centra en la imagen que se proyecta tanto hacia dentro como hacia fuera de la corporación, insistiendo en que RTVE no debe caer en la “telebasura”. Este movimiento refleja un sentir profundo dentro de la profesión sobre la necesidad de preservar la calidad y el propósito del servicio público de televisión en España.
La obcecación de José Pablo López
A pesar de las numerosas y duras críticas que ha suscitado La familia de la tele, José Pablo López hace oídos sordos. El problema del programa trasciende al formato en sí mismo, pues aunque es una copia -y no precisamente barata- de Sálvame, tampoco está convenciendo a la audiencia.
En los pasillos de TVE se pide paciencia, pero lo cierto es que María Patiño, Belén Esteban y compañía han sido la cuarta e incluso la quinta opción de la tarde desde su estreno. Resultados que distan mucho de las expectativas generadas por los más férreos defensoras de una forma de hacer televisión a todas luces obsoleta.
Quien no parece pensar igual es el presidente de RTVE, principal impulsor del programa junto a su mano derecha, Sergio Calderón, quien fichó por la televisión pública procedente de La Fábrica de la Tele precisamente para traer Sálvame a la cadena de todos.
Cabe recordar que el desfile que sirvió para dar la bienvenida al programa costó medio millón de euros que, sumado a los 5,5 millones de euros que cuesta la producción del mismo, eleva a 6 millones de euros el coste total de La familia de la tele por apenas 65 entregas.
Dinero contante y sonante procedente de los impuestos de los españoles que ya sentenciaron Sálvame durante sus últimos meses de vida en Telecinco. El capricho personal de unos pocos se ha impuesto al sentir de muchos trabajadores de RTVE, hartos ya de ver cómo la imagen de la casa se degrada día tras día.
Seguiremos Informando…