El estatus de la OPA al Sabadell tendrá que dar un cambio sustancial en apenas una semana, cuando el Gobierno -según ha anunciado- llegue al límite del periodo para estudiar la información recibida y determinar, a través del Ministerio de Economía, si eleva la operación al Consejo de Ministros, para decidir si aprueba la operación.
Y todo después de una serie de medidas gubernamentales, como una consulta pública, a las que ciertas partes (incluyendo el propio BBVA) han hecho caso nulo. La situación, un año después de que comenzara todo este proceso, amenaza con generar tensiones a diversos niveles.
Para empezar, con los principales implicados. Y es que en el sector bancario se da por hecho que un fracaso de esta OPA podría suponer que Carlos Torres acabase saltando de la silla presidencial del BBVA.
Algo similar se apunta hacia el Sabadell de Josep Oliu que, de momento, ha ‘desertado’ -en presencia- de algunos lugares, como la Comunidad Valenciana, a la que han dado la espalda. Y es que el proceso está pasando factura a la entidad catalana, pero también al BBVA.
De ahí, según señalan los expertos, las maniobras de ‘desinformación’ que apuntan a recambios y presuntas fusiones con otras entidades bancarias como posible salida al descalabro. La cuestión lleva camino también de pasar factura en otros ámbitos.
Por supuesto, en los gubernamentales, con Carlos Cuerpo (titular de Economía) tostándose con esta situación. Algo que ciertos sectores del Ejecutivo no ven con malos ojos, ya que Cuerpo estaba volando demasiado ‘solo’ y eso contribuye a bajarle a tierra. El Gobierno, por cierto, ha ido mutando también de un ‘no’ hacia un ‘sí’ más comprensivo.
Pero la carambola va a más, puesto que el Sabadell se ha convertido en un innegociable para Junts. Los de Puigdemont tienen tomado al Gobierno de Sánchez por el dogal y ya han expresado su intención de no tolerar que el banco de Oliu quede en otras manos ‘no catalanas’.
La tensión se palpa y algunos reconocen que las conversaciones al respecto con el partido ‘indepe’ no han progresado, ya que hacen de esta causa una línea roja para proteger la ‘catalanidad’ de ‘su’ Sabadell.
Entre medias, y para trufar un poco más esta peliaguda cuestión, la campaña mediática también se deja sentir, con gabinetes de comunicación, agencias e individuos interesados en mover campañas a favor de sus clientes o de sus propios intereses.
Toda una melé. Y los venezolanos de ABANCA con Juan Carlos Escotet aprovechando la guerra de publicidades para colar la suya. Estos venezolanos es lo que tienen… Por cierto, a Valencia y su reconstrucción le vendría de maravilla una manita de los que se van, y de los que dicen, están por llegar.
Seguiremos Informando…