ESTÁ LIGADO A LA ACUMULACIÓN DE RADIACIÓN ULTRAVIOLETA

El cáncer de piel en España: un reto donde la detección precoz es clave

EL PASADO AÑO EN 2024 SE DIAGNOSTICARON UN TOTAL DE 20.854 CASOS 

El carcinoma basocelular, espinocelular y el melanoma concentran la mayoría de los diagnósticos de cáncer de piel, siendo este último el más grave, debido a su elevado potencial metastásico

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El cáncer de piel se consolida como uno de los tipos de cáncer más frecuentes en España, con 20.854 nuevos diagnósticos en 2024, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer. Esta cifra subraya la urgencia de intensificar las campañas de concienciación, prevención y detección temprana para mitigar su impacto sanitario y social.

Aunque existen más de veinte variantes de cáncer cutáneo, el carcinoma basocelular (CBC), el carcinoma espinocelular (CEC) y el melanoma agrupan la mayoría de los casos. El Dr. Jacobo Cabañas, responsable de Piel y Melanoma en el Servicio de Oncología Quirúrgica de MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, explica que “el carcinoma basocelular es el más frecuente y, a su vez, el menos agresivo, a menudo resolviéndose eficazmente con cirugía. Por el contrario, el melanoma, aunque menos común, es el más grave debido a su agresividad y alto potencial metastásico, lo que exige un enfoque multidisciplinar desde el inicio”.

Factores de riesgo: el Sol, la piel clara y la edad

El desarrollo del cáncer de piel está íntimamente ligado a la acumulación de radiación ultravioleta y a las características individuales de cada piel. El riesgo aumenta significativamente en personas con fototipos claros (piel blanca, ojos claros, cabello rubio o pelirrojo) que se queman con facilidad y apenas se broncean. “La melanina actúa como un fotoprotector natural, por lo que la piel morena, aunque no exenta de riesgo, presenta una mayor defensa frente al daño solar”, señala el Dr. Cabañas.

Otros factores de riesgo incluyen la edad avanzada, debido al daño solar acumulativo, los antecedentes familiares de cáncer de piel, la presencia de lunares atípicos, la inmunosupresión o haber padecido este cáncer previamente.

La detección precoz: un pilar fundamental para la curación

“La mayoría de los tumores cutáneos pueden curarse si se detectan a tiempo”, enfatiza el Dr. Cabañas. Por ello, ante la aparición de una lesión pigmentada nueva o que cambie de forma, tamaño o color, se recomienda consultar a un especialista de inmediato. “No hay que esperar a que una mancha duela, sangre o pique, ya que el melanoma, por ejemplo, no suele dar síntomas en las fases iniciales”, advierte.

La detección precoz es, por tanto, una herramienta esencial para mejorar el pronóstico y evitar tratamientos más agresivos. Una vez detectada una lesión sospechosa, el diagnóstico se suele confirmar mediante una biopsia, que permite determinar el tipo histológico del tumor y establecer el abordaje terapéutico más adecuado.

La cirugía es el tratamiento estándar para la mayoría de los cánceres de piel no metastásicos. En casos localizados, una extirpación completa puede ser curativa. Para tumores muy superficiales o pacientes seleccionados, se pueden considerar técnicas como la crioterapia, la terapia fotodinámica o el uso de cremas tópicas inmunomoduladoras.

En el caso del melanoma avanzado, el panorama ha cambiado drásticamente en la última década. “La irrupción de la inmunoterapia ha supuesto un antes y un después. Hace 15 años, el pronóstico del melanoma metastásico era muy limitado. Hoy, con los anticuerpos inmunomoduladores (como los anti-PD-1 o anti-CTLA-4) y los tratamientos dirigidos en pacientes con mutaciones BRAF, conseguimos respuestas duraderas e, incluso, curaciones en casos que antes eran inabordables”, explica el responsable de la Unidad Multidisciplinar de Piel y Melanoma de MD Anderson Cáncer Center Madrid-Hospiten.

A pesar de los avances médicos y el aumento de las campañas de sensibilización, los expertos señalan que persisten conductas de riesgo en la población, como el uso irregular de fotoprotectores, la exposición prolongada al sol en las horas centrales del día o el empleo de cabinas de rayos UVA, especialmente en verano.

“El mensaje más importante es que protegerse del sol no es una cuestión estética, sino una medida clave para preservar la salud”, puntualiza el Dr. Cabañas. Recomienda aplicar fotoprotector cada dos horas, cubrirse con ropa, evitar la exposición innecesaria y vigilar la piel. “Esta conciencia debe generarse desde edades tempranas, tanto en casa como en las escuelas”.

La vigilancia activa, tanto la autoexploración como los controles dermatológicos periódicos, permite identificar lesiones sospechosas en fases iniciales, cuando las opciones terapéuticas son más eficaces y menos invasivas. La combinación de prevención, diagnóstico temprano y un abordaje médico especializado representa la estrategia más efectiva para mejorar el pronóstico del cáncer de piel, cuya incidencia sigue en aumento a nivel global.

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