La colaboración sostenida entre el mundo académico y el profesional es clave para enfrentar los grandes desafíos del sector: la desinformación, la formación universitaria, la reputación institucional y la atracción del talento joven. Esta es una de las principales conclusiones del la segunda y última jornada del I Congreso Internacional de Comunicación Corporativa, Universidad y Empresa (#CUECOM), organizado por Dircom, que tuvo lugar ayer.
El Congreso, que ha contado con la participación de más de 150 profesionales de la Comunicación durante sus dos jornadas, ha concluido con la presentación de las conclusiones, presentada por Miguel López-Quesada, presidente de Dircom. Un cierre que no solo resume los consensos alcanzados, sino que traza una hoja de ruta clara para reforzar los vínculos entre la universidad y la empresa en el ámbito de la Comunicación Corporativa.
Con tres líneas de acción prioritarias —activar las herramientas de colaboración existentes, impulsar la voluntad proactiva entre actores, y generar espacios de diálogo entre academia y empresa—, el manifiesto sienta las bases de un compromiso compartido. “La universidad y la empresa debemos unirnos, pero no se trata de ser lo mismo, sino de colaborar desde nuestros respectivos roles. Tenemos muchos puntos en común, y es desde esa complementariedad —no desde la fusión de funciones— desde donde podemos construir un ecosistema de comunicación más sólido y útil para todos”, destacó Miguel López-Quesada, presidente de Dircom.
El Congreso abordó con fuerza el impacto de la desinformación como una amenaza directa a la salud social, la reputación y la democracia. Nuria Masana, directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Marketing de la AECC, alertó de que no se trata solo de mentir, sino de manipular con intención de dañar, poniendo incluso vidas en riesgo. Santiago Tejedor, director del Gabinete de Comunicación y Educación de la Universitat Autònoma de Barcelona, y Enrique Marí, socio de Dircom, coincidieron en que vivimos una era de consumo acelerado y acrítico de información, donde la verdad ha pasado a ser un elemento reputacional más que un valor objetivo.
La formación universitaria también centró buena parte del debate. Diversos académicos coincidieron en que es necesario reformular los planes de estudio en comunicación para alinearlos con un entorno profesional más complejo y cambiante. Se destacó la urgencia de integrar análisis estratégico, pensamiento crítico y habilidades interpretativas, sin dejar de lado lo técnico. Voces como las de Paul Capriotti, Rocío Blay o Cristóbal Fernández reclamaron una educación más conectada con el ecosistema real, que fomente la capacidad de leer el mundo y aportar valor desde la comunicación. El reto, señalaron, no es solo enseñar herramientas, sino formar criterio.
El talento joven y las nuevas dinámicas profesionales también fueron tema central. Desde las consultoras, Luisa García, de LLYC, y Asunción Soriano, de Atrevia, subrayaron la necesidad de liderazgo inspirador, flexibilidad, escucha activa y entornos vibrantes que motiven a las nuevas generaciones. Paralelamente, las sesiones académicas sobre estrategia, sostenibilidad, comunicación digital o asuntos públicos reflejaron la amplitud y profundidad de los desafíos actuales. El Congreso cerró con una reflexión sobre el periodismo como bien público, donde Carlos Franganillo, director y presentador de Informativos Telecinco, y Joaquín Castellón, periodista y presentador de laSexta Clave, defendieron la adaptación responsable de los medios sin renunciar a su misión: informar con honestidad en tiempos de confusión.
La primera jornada: una llamada unánime a la colaboración estratégica entre academia y empresa
La primera jornada del Congreso #CUECOM puso de relieve la creciente relevancia de la comunicación en un contexto global marcado por la incertidumbre, la fragmentación geopolítica y los avances tecnológicos. Bárbara Navarro, directora del Servicio de Estudios, Public Policy y Relaciones Institucionales del Banco Santander, destacó que la comunicación se convierte en un pilar de confianza en medio del ruido social, siempre que se base en coherencia y responsabilidad. Reivindicó el papel estratégico del dircom dentro de las organizaciones y subrayó la necesidad de contar con perfiles formados de manera integral.
Otro de los puntos centrales de la jornada fue el “Diálogo Decanos–Dircoms”, donde se debatió la urgencia de actualizar los planes de estudio para alinearlos con las necesidades del mercado. Emma Torres, presidenta de ATIC, alertó sobre la rigidez universitaria frente a un entorno laboral que evoluciona con rapidez, mientras que Carlota Amo, directora de Comunicación y RSC de Penguin Random House, y Miguel López-Quesada coincidieron en que la formación debe combinar conocimientos básicos, habilidades digitales y comprensión estratégica del negocio. López-Quesada recalcó que los comunicadores no deben ser relegados a funciones técnicas, sino ocupar espacios de decisión con criterio y visión global.
En la apertura institucional y las distintas mesas de debate, se subrayaron los pilares de una comunicación estratégica basada en la ética, la sostenibilidad y la verdad. Voces como las de Carlos Arango, director general de DIRSE; Carlos Parry, presidente de APRI, o Miguel Ángel Noceda, presidente de FAPE, defendieron la necesidad de una interlocución transparente entre sectores y del papel esencial de los medios como garantes de la verdad. La conexión entre universidad y empresa fue reivindicada como clave para afrontar desafíos comunes como la desinformación o la innovación.
Seguiremos Comunicando…