En un escenario marcado por la complejidad social, la polarización política y la exigencia creciente de transparencia, las empresas ya no pueden limitarse a operar al margen de la sociedad, su papel se ha ampliado: hoy son actores con voz propia en el debate público, con capacidad (y responsabilidad) de incidir en lo que ocurre más allá del mercado. En este contexto, la función de los Asuntos Públicos adquiere un rol clave. “Hoy, una empresa se conecta con lo político, lo comunicacional, lo institucional y lo humano a través de una gestión estratégica y consciente de su entorno”, explica a PRNoticias la consultora María Febrer.
Incorporada recientemente al área de Asuntos Públicos de Ernest, Febrer tiene una amplia experiencia en comunicación interna, contenidos corporativos y campañas institucionales a nivel global, por lo que conoce la importancia de conectar a la empresa con la sociedad. Graduada en Historia y Periodismo por la Universidad de Navarra y formada en gestión cultural por la Universitat de Barcelona, cuenta con experiencia en medios y ha coordinado campañas globales de comunicación interna, liderado proyectos de sostenibilidad, diseñado estrategias de atracción de talento y gestionado canales como newsletters, intranets y contenidos audiovisuales corporativos.
“Escucha, dialoga e influye de forma legítima en las decisiones políticas que le afectan, construye un mensaje consciente con su marco ético y con la agenda pública, además de colaborar con las instituciones y personas más relevantes”, señala la experta.
Las herramientas
Señala María Febrer que para lograr esta conexión “es importante apoyarse en ciertas herramientas como el mapeo de stakeholders, el análisis legislativo y del contexto político, la gestión de las relaciones institucionales o la elaboración de posicionamientos estratégicos”. De igual manera, cita como ejemplo la necesidad de crear espacios para escuchar a distintos públicos de interés.
“De esta manera, logramos que los asuntos públicos se conviertan en un nexo de unión entre la empresa, el poder político, la sociedad y los distintos territorios donde opera”, concluye María Febrer.
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