Este año, en el Día Mundial del Corazón (29 de septiembre), la OMS ha establecido como lema: No pierdas un latido (Don’t Miss a Beat), haciendo alusión a la necesidad de escuchar a nuestro cuerpo y a nuestro corazón, no ignorar señales de advertencia como dificultad para respirar, dolor de pecho o fatiga y conocer cuál es el siguiente paso si detectamos esos síntomas, algo que la Asociación de Pacientes Portadores de Válvulas Cardíacas, Anticoagulados y Adultos con Cardiopatías Congénitas AEPOVAC, reclama desde hace mucho tiempo.
De siempre, el lema de AEPOVAC ha sido “Escucha a tu corazón”, y bajo esta premisa, ha llevado a cabo una encuesta a nivel nacional entre hombres y mujeres mayores de 60 años para conocer cuánto saben sobre las enfermedades del corazón. Los resultados, sorprenden.
Solo el 38% de personas de más de 60 años sitúa a las afecciones del corazón como la principal causa de muerte en España por delante del cáncer o accidentes de tráfico. Y el 63% declara que solo le auscultan de forma puntual, y un 5% dice que nunca ha sido auscultado.
Cecilia Salvador, presidenta de AEPOVAC, también paciente cardiovascular, habla con PRNoticias sobre la necesidad de ‘escuchar al corazón y no perder ningún latido’. Hoy, nos explica los resultados de la encuesta y la necesidad de que en España tomemos más en cuenta la salud cardiovascular.
¿Cómo describiría la situación de la salud cardiovascular en España, especialmente en personas mayores de 60 años?
En general, creo que no nos podemos quejar. Quizás es gracias a nuestros hábitos, alimentación y estilo de vida, que los españoles nos podemos sentir contentos de nuestra salud cardiovascular. Por un lado, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares ha disminuido en las últimas décadas gracias a la mejora en hábitos de vida, el control de factores de riesgo y los avances terapéuticos. Sin embargo, persisten importantes desafíos: alta prevalencia de hipertensión, colesterol, obesidad, junto con el envejecimiento poblacional, que incrementa la carga de cardiopatías isquémicas, insuficiencia cardíaca y valvulopatías degenerativas.
¿Por qué es tan importante el lema “No pierdas un latido” y cómo se relaciona con el mensaje de AEPOVAC de “Escucha a tu corazón”?
Como he comentado en los últimos días, nos hemos llevado una grata sorpresa. El hecho de que una organización de esa importancia ponga ese lema al Día Mundial del Corazón, coincidiendo con nuestras reclamaciones de hace tiempo, nos inspira para seguir en esa línea e incidir en la necesidad de auscultación a partir de los 65 años como la manera más sencilla de detectar una valvulopatía. Que se protocolice esta revisión en el momento de acudir a la consulta con el médico de atención primaria. Además, es un logro ya reconocido por el Ministerio de Sanidad porque conseguimos que se incluyera en la reciente Estrategia Nacional de Salud Cardiovascular.
¿Qué beneficios tendría protocolizar la auscultación cardíaca a partir de los 60-65 años en las consultas de atención primaria?
Permitiría detectar valvulopatías de forma precoz, ya que la población que se considera de más riesgo es a partir de los 65 años, eso significaría prevenir complicaciones graves al recibir un tratamiento a tiempo. Al ser una técnica sencilla, no invasiva y de bajo coste, mejora el cribado cardiovascular y optimiza las derivaciones a pruebas complementarias. Además, asegura un abordaje equitativo y favorece la continuidad asistencial, contribuyendo a una atención integral y de mayor calidad en la población mayor.
¿Qué dato de la encuesta le sorprendió más y por qué cree que existe ese desconocimiento sobre la primera causa de muerte en España? ¿A qué atribuye que la población relacione más la mortalidad con cáncer o accidentes de tráfico que con las enfermedades cardíacas?
En un mundo en el que priman las comunicaciones, la facilidad para transmitir datos y de recibir información actualizada en cualquier momento, precisamente el hecho de que menos del 40% de personas de más de 60 años sitúa a las afecciones del corazón como la principal causa de muerte en España, es una cifra que me resultó llamativa. Puede que la razón a ese desconocimiento sea porque no generan tanto impacto emocional, al contrario de lo que ocurre con otras como el cáncer, por ejemplo. Además, en muchas ocasiones se subestima la gravedad. Tener hipertensión o colesterol alto son condiciones tan comunes que se ven como parte de la vida cotidiana, no como condiciones de riesgo grave.
¿Qué obstáculos perciben en el sistema de salud para implantar revisiones cardíacas rutinarias?
Entre los principales se encuentran la limitación de recursos humanos y materiales, ya que la sobrecarga asistencial en atención primaria dificulta añadir nuevas actividades sin incrementar tiempos de consulta. También influyen la falta de formación homogénea en exploración cardiovascular, la escasez de equipos de apoyo diagnóstico (como ecocardiografía accesible) y las desigualdades territoriales en disponibilidad de servicios. A ello se suman cuestiones de priorización presupuestaria y la necesidad de protocolos claros, lo que retrasa su implementación a gran escala pese a su potencial preventivo.
¿Qué tipo de campañas de concienciación o educación cree que serían más efectivas para que la gente “escuche a su corazón”?
Las campañas más efectivas para fomentar que la población se haga revisiones y se ausculte deberían combinar educación y sensibilización sobre la importancia de la detección precoz de valvulopatías, con herramientas prácticas para su realización. Resulta útil enseñar a reconocer soplos, cambios en el ritmo cardíaco o signos de insuficiencia mediante talleres, vídeos demostrativos y guías accesibles en centros de salud y plataformas digitales. Mensajes claros y visuales, junto con testimonios de pacientes, refuerzan la concienciación. Integrar la auscultación en programas comunitarios y revisiones rutinarias promueve hábitos de vigilancia activa y responsabiliza a las personas sobre su salud cardiovascular.
¿Cuáles son los signos tempranos de alerta que cualquier persona mayor de 60 debería conocer y no ignorar?
Síntomas tales como la falta de aire y dificultad para respirar, fatiga persistente, palpitaciones o latidos irregulares, hinchazón en pies y tobillos y sensación de mareo. Todos estos síntomas pueden indicar estenosis aórtica u otras valvulopatías graves. También cambios que se notan en la rutina diaria como la distinta tolerancia al ejercicio son señales que no deben ignorarse Reconocer estos síntomas a tiempo permite acudir al médico para evaluación y tratamiento precoz, reduciendo complicaciones y riesgo de insuficiencia cardíaca.
Como presidenta y paciente cardiovascular, ¿qué consejo práctico daría a quienes quieren implicarse más en su propia salud cardíaca?
Acudir a revisiones periódicas, incluso cuando crean que se encuentran bien y no notan síntomas de nada. Pedir al médico de atención primaria, en la medida de lo posible, que les ausculten, especialmente si son mayores de 65 años. Y una cosa muy importante: estar informados. También es cosa del paciente y de la población en general el educarse un poco y solicitar información, siempre de fuentes fiables. Y es que como decimos en AEPOVAC: no tengas miedo, ten información.
Seguiremos Informando…
