LA CIENCIA DEL FUTURO

La revolución en miniatura: los “organoides”, premiados por el Abarca Prize

HANS CLEVER, UN PROFESOR DE GENÉTICA MOLECULAR EN LA UNIVERSIDAD DE UTRECHT (PAÍSES BAJOS)

Los organoides son estructuras tridimensionales, cultivadas en el laboratorio, que imitan la arquitectura y la función de un órgano real a una escala mucho menor. A menudo se les conoce como “mini-órganos”.

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La investigación con organoides, los “mini-órganos” creados en laboratorio a partir de células madre humanas, está experimentando una aceleración sin precedentes, prometiendo transformar la forma en que se estudian las enfermedades, se prueban fármacos y se avanza hacia la medicina personalizada.

Una ciencia que ha sido reconocida en la quinta del premio Abarca Prize, el Premio Internacional de Ciencias Médicas Doctor Juan Abarca Cidón. “El AP es un reconocimiento que hacemos desde nuestra familia y la Fundación de Investigación de HM Hospitales a aquellos profesionales que han destacado por su labor en investigación traslacional”, ha señalado Juan Abarca.

En este sentido, el presidente de HM Hospitales ha desgranado los beneficios de los organoides: “Este año el ganador es el Dr. Hans Clever que es un profesor de Genética Molecular en la Universidad de Utrecht (Países Bajos) e impulsor del Instituto de Biología Humana (IHB, Suiza), por su pionero papel en la investigación y desarrollo de los organoides, una de las tecnologías “más prometedoras” de la innovación y la biomedicina contemporánea.

¿Y que es un organoide? Juan Abarca lo explica en su cuenta de LinkedIn. “Suena complicado, pero en realidad se puede entender muy fácil. Un organoide es una especie de “miniórgano” creado en un laboratorio a partir de células humanas. No es un órgano completo, claro, pero sí una versión en miniatura que imita cómo funciona: un “corazoncito”, un “mini-cerebro”, un “mini-hígado””.

¿Para qué sirven?

• Para investigar enfermedades: los científicos pueden estudiar cómo aparece y evoluciona una enfermedad sin necesidad de esperar a que ocurra en un paciente.

• Para probar tratamientos: antes de usar un fármaco en personas, se puede ensayar en estos organoides y ver si funciona o si da problemas.

• Para personalizar la medicina: se pueden crear organoides a partir de células de un paciente concreto y así saber qué tratamiento le funcionará mejor. Son como un “laboratorio en miniatura de la vida”. Gracias a ellos, se están acelerando descubrimientos en cáncer, enfermedades neurológicas o infecciosas, y en el futuro incluso podrían ayudar a regenerar tejidos dañados… incluso sustituir los órganos para los transplantes?.. quien sabe…

“En cualquier caso ya hay una utilidad práctica en una enfermedad tan compleja con la fibrosis quística. El Abarca Prize es un premio que lanzamos hace 5 años en honor a la labor que nuestro padre persiguió toda su vida: Beneficiar a los pacientes Para eso estamos aquí”, asegura Juan Abarca.

Seguiremos Informando…

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