Los de 18 años, 28 y hasta 38 dicen que con Franco se vivía mejor. Y, ¿de dónde sacan eso? De lo que oyen, de lo que les cuentan sus padres y abuelos, de lo que ven o creen ver.
Cierto es, y, sin entrar en más que Franco fue un dictador que ganó una guerra civil repugnante y separadora por los siglos de los siglos. Y, ¿quién empezó? Y, qué más da… Vivían mis padres en una España convulsa en la que por no haber, no había ni dignidad. El hombre, el macho ibérico, una cosa parecida a los actuales moros (en su trato a la mujer), eran los dueños de todo; como ahora pero con apoyo institucional. Si una mujer iba a la comisaría a denunciar que su marido le había metido una paliza, el comisario aconsejaba: ‘váyase a su casa, a ver si la vamos a tener que calentar nosotros’… Pero también estaban Celia Gámez o la de Campo de Criptana, amante del emérito y pechugona del momento, durante décadas.
Se muere Franco en la cama.
En la puerta del hospital La Paz, un paisano vestido con un mono azul ofrece sus órganos, su vida… por el dictador. Unos lloraron porque se les acababa el chollo, otros brindaban porque se acababa el tormento.
Llegaba la nueva Dictadura del 78.
Adolfo Suárez González (el del aeropuerto de Barajas, para los más jóvenes), se puso a los mandos, con la cabeza de Torcuato Fernández Miranda como brújula. ‘café para todos’, que significaba que íbamos al estado de las autonomías, rompiendo el de las regiones y creando un concepto de separación que a lo largo de los años está pasando factura.
Diseño de una ‘democracia’ bipartidista y puesta en marcha de leyes de conteo, que hacen que con dos votos se llene el parlamento de nuevas formas de entender el estado. Pero todo sigue igual que en la batalla del Ebro. No hay manera de ponerles de acuerdo.
Hoy los chavales tienen las mismas oportunidades que tuvimos nosotros o muchísimas más… Pero, tienen algo que nosotros no. Teníamos el Zipi Zape para ligar. Ellos tienen novias en interné con 12 años, si no con 8. Todo llega demasiado rápido y nada crea satisfacción. Y si les dices algo, se van al psicólogo o llaman al defensor del menor. Y, a ver cómo le explicas a la fiscal, que se estaba intentando cepillar a la ayudante de labores domésticas y le ha pillado infraganti y dado dos hostias… Seguro que acaba con una condena por reprimir los impulsos… pues eso.
El estado de piedra de La Codorniz de forma testaruda nos lleva a pensar que no era así, pero sí, era así.
Nuestros jóvenes viven en una dictadura en la que han conocido siempre lo mismo y en el que el respeto por las instituciones, la autoridad, los demás… no existe nada de nada y lo podemos ver y comprobar a cada paso. El esfuerzo se salva con una llamada al que dirige el máster cifuentero o galiachesco…
Me cuenta mi vecina francesa que su hija le ha pedido que se vaya de casa, porque su novio Mohameduino quiere que vivan allí , ante la llegada de su primer retoño… Llegaron por las bombas y se quedaron por los bombos, decía la pobre Edith con ojos de agua… Los franceses, que son los del 68, están empezando a calentar las crepes porque ven que esto ni con Le Pen, ni con la pena se va a solucionar. los políticos no tienen ideas, no saben representarnos ni defendernos… Eso es vivir en una dictadura. En la que votas sin garantía y te gobiernan desde un exprimidor… Entiendo a los que miran al cielo y piden que lleguen los dinosaurios.
No veas lo jodido que es escribir esto sin que me pongan como un trapo.
A seguir bien.
pedro de aparicio y pérez de Lucentis.