El anterior gobierno de la Generalitat, presidido por Ximo Puig, habría dejado fuera del programa de detección precoz del cáncer de mama a 167.083 mujeres valencianas, según los datos revelados por una inspección interna impulsada por la actual Conselleria de Sanidad. El informe apunta a falta de planificación, escasez de recursos y ausencia de supervisión en la Dirección General de Salud Pública, lo que impidió convocar a una de cada cuatro mujeres que debían realizarse la prueba. Además, el documento señala que algunos departamentos no recibieron actualizaciones de equipos durante años, lo que retrasó la renovación tecnológica y afectó a la capacidad de diagnóstico.
Desde el nuevo Ejecutivo autonómico se ha puesto en marcha un plan de choque sanitario con el objetivo de recuperar el ritmo de los cribados. La Conselleria ha anunciado la incorporación de 11 nuevos mamógrafos, una inversión de 3,5 millones de euros destinada a modernizar las infraestructuras y la implementación de sistemas basados en inteligencia artificial para reforzar la detección temprana. Con estas medidas, el gobierno actual busca reequilibrar los plazos y garantizar que todas las mujeres incluidas en el programa puedan acceder a las pruebas preventivas con regularidad.
La situación ha generado un cruce político de reproches entre los principales partidos. El PSOE, ahora en la oposición, ha reclamado explicaciones al actual gobierno del Partido Popular por la gestión de los programas de cribado, mientras desde el Ejecutivo se recuerda que las deficiencias señaladas por los inspectores se remontan a la etapa socialista. Fuentes sanitarias subrayan que la falta de actualización de los equipos y la escasez de personal ya habían sido advertidas en informes previos, sin que se adoptaran las medidas necesarias.
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