MIENTRAS LA ANSIEDAD Y EL INSOMNIO COLAPSAN LAS FARMACIAS

España, en alerta silenciosa: la demanda de antidepresivos se dispara un 24%

LA DEMANSA SE DISPARA A MÁXIMOS EN LOS PERIODOS POSVACACIONALES

Depresión. FOTO: Pixabay.

Los datos del Observatorio de Tendencias de Cofares muestran un crecimiento constante y lineal de los antidepresivos desde principios de 2024, en consonancia con la alta prevalencia de problemas de salud mental entre la población española.

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En la antesala del Día Mundial de la Salud Mental, los datos farmacéuticos revelan un patrón alarmante en el bienestar emocional de la población española. Según el Observatorio de Tendencias de Cofares, la demanda acumulada de antidepresivos ha experimentado un crecimiento explosivo del 24% en el último año, marcando una “tendencia constante y lineal” al alza desde principios de 2024.

Mientras la depresión se consolida como el tercer trastorno mental más frecuente del país (47,8 casos por cada 1.000 habitantes), la ansiedad y las enfermedades del sueño siguen siendo las protagonistas absolutas de las consultas, con una incidencia que supera con creces los 100 y 80 casos por cada 1.000 habitantes, respectivamente.

El consumo de psicofármacos evidencia una marcada brecha de género: el Informe Anual del SNS confirma que las mujeres consumen entre 1,5 y 3 veces más antidepresivos que los hombres en todos los grupos de edad.

Geográficamente, el mapa del malestar emocional sitúa a la capital a la cabeza de la demanda de antidepresivos. Madrid lidera con un 32% del consumo total, seguida por Cataluña (18%) y la Comunidad Valenciana (14%).

Fin a la fiebre post-pandemia

Pese al boom de los antidepresivos, los ansiolíticos siguen siendo los fármacos estrella de la salud mental, acaparando un 53% del mercado. No obstante, el análisis subraya una buena noticia: la demanda de ansiolíticos se ha estabilizado tras los fuertes repuntes registrados durante la desescalada de la COVID-19.

De hecho, el volumen acumulado registra un ligero descenso del 2% respecto al año anterior. Otros psicofármacos mantienen un comportamiento estable, con leves subidas en antipsicóticos (+2,6%) y un pequeño descenso en hipnóticos y sedantes (-0,8%).

La crisis tras las vacaciones

El Observatorio de Cofares ha identificado, además, un patrón estacional muy marcado en el consumo de productos de salud mental, demostrando que el bienestar emocional sigue su propio calendario.

Los picos de consumo se concentran de forma sistemática en los meses posteriores a los parones vacacionales. Si bien en 2022 y 2023 la resaca emocional golpeaba en enero y febrero, en los dos últimos años este comportamiento se ha desplazado ligeramente a febrero y marzo, con repuntes menores en septiembre y octubre, justo tras el regreso del verano y el impasse de la Semana Santa.

Con más de una de cada tres personas (39%) conviviendo con algún problema de salud mental —proporción que se dispara al 50% en mayores de 85 años—, la creciente medicalización de la depresión subraya la necesidad urgente de reforzar las estrategias de prevención y atención primaria en el sistema de salud.

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