La comunicación corporativa sigue ganando peso estratégico dentro de las organizaciones. Los presupuestos destinados a relaciones públicas han crecido un 6,7% respecto al ciclo anterior, un dato que confirma la tendencia de las compañías a reforzar sus esfuerzos en reputación, marca y comunicación con propósito, según el PR SCOPE 2025-2026. Este incremento va en paralelo al aumento de la facturación de las empresas, lo que sugiere una correlación directa entre invertir en comunicación y obtener mejores resultados de negocio.
Sin embargo, el informe también pone de manifiesto un equilibrio interesante en la distribución de la inversión entre canales offline y online. Aunque la digitalización ha transformado profundamente el sector, los datos muestran que lo tradicional mantiene su relevancia: el 54,8% de los presupuestos sigue destinándose a acciones offline frente al 45,2% de los entornos digitales. Este reparto evidencia que la comunicación presencial, los eventos y las relaciones con medios continúan siendo pilares fundamentales para construir confianza y notoriedad.
En el ámbito digital, destacan con fuerza dos disciplinas: el Social Media y el Influencer Marketing. Las marcas confían cada vez más en la capacidad de los creadores de contenido y las plataformas sociales para generar conversación y conexión emocional con sus públicos. Sin embargo, el informe también apunta que esta apuesta requiere una gestión más profesionalizada, donde la transparencia, la credibilidad y la coherencia con los valores corporativos se convierten en factores diferenciales.
Una palanca para el negocio
El crecimiento de la inversión en comunicación también responde a un cambio cultural en las organizaciones, concibiéndose la comunicación no como un gasto, sino como una palanca estratégica de negocio. Los directores de comunicación participan de forma más activa en la toma de decisiones corporativas, alineando las acciones de PR con los objetivos de sostenibilidad, innovación y reputación. En este sentido, la profesionalización del área continúa siendo un reto prioritario, especialmente en la medición del impacto y el retorno de las campañas.
Otro dato relevante del PR SCOPE es la diversificación de los servicios que las marcas demandan a las agencias. Las compañías buscan partners que integren estrategia, creatividad y análisis, capaces de ofrecer soluciones transversales que combinen medios propios, ganados y pagados. Esta visión holística responde a un entorno comunicativo más complejo, donde los públicos son múltiples y los canales se entrelazan en una narrativa continua.
Con los presupuestos en aumento y una valoración creciente del rol comunicativo dentro de las empresas, la comunicación se consolida como un área clave para generar confianza, gestionar reputación y conectar con la sociedad. Aun así, la convivencia entre lo tradicional y lo digital, junto a la exigencia de mayor rigor y transparencia, marcará los próximos desafíos de un sector en plena transformación.
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