Llega el momento en la vida en el que tenemos qué empezar a pensar qué pasará después de nuestro fallecimiento. Pensar en nuestro cónyuge e hijos es una posición solidaria y responsable que se protege financieramente a través de la contratación de un seguro de vida. En cambio, hay muchas personas que desconocen cuál es el funcionamiento de este tipo de póliza que en España cuenta con más de 21 millones de beneficiarios, lo que equivale al 42% de la población.
Un seguro de vida es una herramienta financiera diseñada para ofrecer protección y tranquilidad tanto a la persona asegurada como a sus seres queridos. Es decir, su objetivo es garantizar que, en caso de fallecimiento los beneficiarios cuenten con un respaldo económico que les permita afrontar los gastos y mantener su estabilidad financiera. También abarca los casos de enfermedad grave. Más allá de una simple compensación monetaria, se trata de una forma de cuidar del bienestar familiar en momentos difíciles.
Coberturas
Los seguros de vida incluyen diversas coberturas que se adaptan a las necesidades de cada persona. La principal es la cobertura por fallecimiento por cualquier causa, mediante la cual la familia del asegurado recibe el capital contratado, lo que proporciona seguridad económica ante la pérdida de un ser querido.
Otra cobertura importante es el anticipo del capital por enfermedad terminal, que permite al asegurado disponer de un porcentaje del capital asegurado si se le diagnostica una enfermedad terminal. Este adelanto puede utilizarse para cubrir tratamientos, mejorar la calidad de vida o asegurar el bienestar durante el proceso.
Asimismo, el seguro contempla un anticipo para gastos de sepelio o para la liquidación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Este segundo caso permite a los beneficiarios contar con fondos para cumplir con las obligaciones fiscales derivadas del fallecimiento del asegurado.
Servicios adicionales
Además de las coberturas económicas, los seguros de vida suelen ofrecer una serie de servicios complementarios. La asistencia familiar proporciona un gestor especializado que orienta y acompaña a la familia en todos los trámites relacionados con el fallecimiento y el sepelio. También se incluye asistencia psicológica, tanto presencial como telefónica. la asistencia legal telefónica completa este grupo de servicios añadidos.
Requisitos y condiciones de contratación
Contratar un seguro de vida es un proceso sencillo y bastante flexible. La edad máxima de contratación suele ser de 65 años, aunque puede variar según la aseguradora. El cliente tiene la libertad de elegir el capital asegurado, de manera que lo ajusta a sus necesidades y objetivos. Además, la forma de pago se suele adaptar al presupuesto del asegurado.
Razones para contratar un seguro de vida
Las razones para contratar un seguro de vida son numerosas. La más evidente es la protección económica que ofrece a los seres queridos ante imprevistos. También supone una herramienta de planificación financiera, al garantizar la cobertura de deudas, hipotecas o gastos relacionados con los hijos. Es una garantía de tranquilidad emocional, pues el usuarios sabe que la familia está protegida ante cualquier situación, ya sea prevista o no. Contar con un seguro de vida es, por lo tanto, un acto de responsabilidad y amor hacia quienes más importan.
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