Mediaset España ha puesto fin de manera fulminante a su larga relación profesional con Alessandro Lequio, uno de los colaboradores más veteranos y conocidos de la cadena, tras el revuelo generado por las recientes declaraciones de su exmujer, la modelo italiana Antonia Dell’Atte, sobre supuestos malos tratos.
La decisión, que se ha comunicado al tertuliano este mismo miércoles, pone punto final a una etapa de décadas en la televisión española, donde Lequio era un rostro habitual en programas como El programa de Ana Rosa y, más recientemente, Vamos a ver. La decisión se ha tomado tras analizar la documentación judicial relacionada con un antiguo litigio entre Lequio y Dell’Atte.
Hace un mes, Dell’Atte concedió una entrevista al diario El País en la que relató episodios de violencia de género y afirmó que la Justicia le dio la razón en un auto de 1991, donde se sobreseyó una causa de calumnias interpuesta por Lequio, al considerar la jueza que las pruebas y su declaración bastaban para demostrar que no mentía al referirse a él como “maltratador”.
Mediaset, tras abrir un proceso interno que incluyó reuniones con la modelo y su abogado, ha optado por desvincularse del conde. La cadena no ha emitido un comunicado oficial, pero la noticia ha sido confirmada por diversos medios y se materializa con la ausencia de Lequio en los platós a partir de hoy.
Por su parte, Antonia Dell’Atte ha celebrado públicamente la decisión, manifestando sentirse “librada” y hablando de una “victoria de la verdad”. En declaraciones a la prensa, la modelo aseguró: “Estoy llorando, espera un segundo. 38 años, toda la prensa cómplice. (…) He hecho todo sola, ¿sabes quién me ha ayudado? Dios, Solo me ha ayudado Dios. Hoy me he despertado y me ha dicho: ‘ponte la corona de la victoria’”, aseguró.
Hasta el momento, la reacción de Alessandro Lequio no ha trascendido, más allá de unas declaraciones previas a su despido en las que se limitaba a comentar que había derivado las afirmaciones de Dell’Atte a su abogado para el “tratamiento legal correspondiente”.
El despido del colaborador marca un punto de inflexión en la política de Mediaset respecto a la tolerancia cero frente a la violencia machista, cerrando uno de los capítulos más largos de la crónica rosa española.
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