El Hospital Universitario Infanta Elena -hospital público de la Comunidad de Madrid-, presentó recientemente en el 70º Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria tres trabajos que subrayan la importancia de la Farmacia Hospitalaria en la seguridad, la eficiencia terapéutica y el abordaje integral del paciente crónico complejo.
Los proyectos expuestos avalan el papel estratégico de este servicio en la coordinación con los distintos equipos clínicos y en la implantación de modelos asistenciales innovadores, plenamente alineados con las líneas estratégicas del hospital valdemoreño, que estuvo representado por Laura Aparicio, farmacéutica del citado servicio, quien presentó los trabajos con marcado impacto en la práctica clínica.
El primer estudio analiza la eficacia de ácido obeticólico en colangitis biliar primaria. El fármaco fue retirado del mercado por su limitada eficacia y los datos del hospital confirman que solo un porcentaje reducido de pacientes obtuvo beneficio clínico, reforzando con ello la necesidad de optimizar la selección terapéutica.
El segundo trabajo examinó el efecto de esketamina en pacientes con depresión mayor resistente y dolor crónico. A los seis meses, todas las escalas de dolor registraron puntuaciones de 0, lo que demuestra su eficacia en este subgrupo y su potencial para mejorar significativamente la calidad de vida.
El tercer proyecto detalla la implantación en el Infanta Elena de una unidad multidisciplinar en la que el farmacéutico participa directamente en la consulta del paciente crónico complejo. Desde su puesta en marcha el pasado febrero, se han atendido 16 pacientes y se han detectado 19 problemas relacionados con la medicación, con un 84 por ciento de aceptación de las intervenciones farmacéuticas por parte del equipo clínico.
Aunque todavía no hay datos concluyentes sobre la reducción de hospitalizaciones, los primeros meses de actividad confirman una mejora clara en la detección y resolución de problemas de medicación, así como una atención más eficiente y personalizada a pacientes especialmente vulnerables, ya que la participación del farmacéutico en la conciliación de la medicación es clave para garantizar que cada paciente recibe el tratamiento correcto en cada transición asistencial.
La revisión sistemática de los tratamientos, el contacto directo con médicos y enfermería y la educación terapéutica al paciente permiten evitar duplicidades, interacciones y errores, reforzando la seguridad y la continuidad asistencial.
Las iniciativas presentadas se integran en las líneas estratégicas del hospital, orientadas a la seguridad del paciente, la eficiencia y la innovación, y consolidan el papel del Servicio de Farmacia como parte esencial de los equipos multidisciplinares y generador de conocimiento que guía la toma de decisiones clínicas.
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