Menos de una semana después de renovar su patrocinio con la Selección Española de Fútbol femenino, Iberdrola ha visto cómo su apuesta por el deporte femenino vuelve a tocar la gloria. La nueva conquista de las jugadoras —que acaban de proclamarse campeonas por segunda vez consecutiva de la Nations League— ha colocado de nuevo al deporte femenino en la cima y ha hecho un guiño amable a la principal eléctrica europea, la vasca Iberdrola, que fue pionera en impulsar esta disciplina cuando aún casi nadie miraba hacia ella.
Y es que, hay que recordar que hace diez años no se retransmitía un solo partido femenino en televisión o radio, ni se publicaban calificaciones deportivas en prensa. La final de la Nations League se ha convertido en el partido más visto del fútbol femenino de la televisión española, con más de 4,5 millones de personas que conectaron en algún momento de la emisión. Se trata de un salto de gigante que explica por qué Iberdrola ha decidido renovar su compromiso con la Real Federación Española de Fútbol hasta 2030, consolidándose como principal promotor del fútbol practicado por mujeres.
Con anterioridad al partido, el presidente de la compañía, Ignacio Galán, pisó el césped de Las Rozas y anunció a las seleccionadas que la empresa seguiría con ellas cinco años más. “Millones de mujeres de España se ven reflejadas en vuestros éxitos. Esa es la razón de nuestro impulso del deporte femenino: ayudar a construir una sociedad en la que no haya barreras para las mujeres y en la que se alcance una verdadera igualdad de oportunidades”, les dijo. “Vuestros éxitos demuestran que no hay nada imposible”.
La renovación del patrocinio de Iberdrola contempla el apoyo a la selección absoluta femenina, a las categorías inferiores, a la Copa de la Reina y a las principales competiciones de fútbol sala y de fútbol playa femeninos, además de mantener la marca Iberdrola en la equipación de entrenamiento y en la del colectivo arbitral.
Al máximo ejecutivo de la compañía que lleva 25 años al frente y al que se atribuye un carácter ingenieril, riguroso y muy determinado nadie podrá negarle tres de sus grandes éxitos; en lo empresarial, coger una compañía que valía 8.000 millones y situarla como la segunda del IBEX, después de Inditex, con una valor de 120.000 millones, (más de todas sus competidoras juntas, como tantas veces subraya) y en lo comunicacional asociar nítidamente el color verde de la compañía como avanzadilla mundial para la descarbonización de la economía y al impulso de la igualdad de la mujer a través del deporte
El verde, el color del deporte femenino en un ecosistema que no deja de crecer
El compromiso de Iberdrola con el deporte practicado por mujeres abarca ya más de 35 federaciones y respalda a 800.000 deportistas, además de dar nombre a más de 100 competiciones.
En nueve años ligada al fútbol femenino, la compañía ha contribuido a triplicar el número de jugadoras federadas, que ya superan ampliamente las 100.000, y a multiplicar por 2,2 la asistencia a los estadios. El impulso también se ha trasladado a la televisión, ya que las audiencias han crecido un 90%, llegando a picos de casi 6,5 millones de espectadores en finales como la de la pasada Eurocopa.
Buena parte del éxito de visibilidad se ha construido también a través de las propias jugadoras. Muchas de ellas son embajadoras Iberdrola, con un fuerte arrastre en redes sociales, desde Alexia Putellas —que destacó que la renovación “es una apuesta firme con un proyecto de presente y futuro”— hasta Irene Paredes o Vicky López, entre otras referentes del deporte español.
Un patrocinio que acierta: Mundial, Nations League y liderazgo social
El patrocinio ha acompañado y fortalecido una generación histórica: campeonas del mundo, ahora también de la Nations League, las jugadoras españolas se han convertido en el mayor escaparate del deporte femenino europeo. Un fenómeno que explica que Iberdrola siga en el centro de la diana de la estrategia de patrocinio deportivo: anticipándose al cambio, impulsándolo y consolidándolo
La compañía lleva casi una década apostando por el deporte femenino y la igualdad real. Los éxitos recientes, lejos de invitar a la complacencia, reafirman que su política de patrocinios no solo es oportuna, sino absolutamente ganadora.
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