El Hospital Universitario Infanta Elena -hospital público de la Comunidad de Madrid- refuerza su compromiso con la investigación y la formación sanitaria con la celebración de la III edición de su “Concurso de Proyectos de Investigación para Residentes”, en el que se han reconocido dos trabajos de relevancia clínica: un ensayo que compara dos técnicas quirúrgicas para tratar la inestabilidad crónica del tobillo y un estudio que analiza si la interleucina-6 puede ayudar a predecir la gravedad del tromboembolismo pulmonar.
Organizada en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz, que también tiene sede en el hospital valdemoreño, y la Universidad Francisco de Vitoria, esta iniciativa, que se celebra cada dos años, forma parte fundamental del itinerario formativo de los futuros especialistas del centro. En esta tercera edición, los residentes presentaron un total de 23 trabajos, que muestran el interés por integrar la investigación en el desarrollo profesional durante residencia.
El certamen tiene entre sus objetivos apoyar la formación académica complementaria de los residentes, como estudios de doctorado o la realización de cursos y másteres. Los proyectos fueron presentados por los propios médicos internos residentes el pasado mes de octubre, siguiendo las bases marcadas por la Comisión de Docencia del Infanta Elena.
Un impulso a la investigación clínica desde la formación sanitaria
El Dr. Francisco Javier Ruiz Hornillos, presidente de la citada comisión y jefe del Servicio de Alergología en el centro hospitalario, subraya la importancia de iniciativas como esta para consolidar la investigación como parte natural de la labor clínica: “La investigación es un elemento clave para avanzar en la calidad asistencial y en la innovación que ofrecemos a nuestros pacientes”, señala, añadiendo que “este concurso estimula a los residentes a plantear preguntas relevantes, a trabajar con metodología científica y a desarrollar proyectos que tienen un impacto directo en la práctica clínica”.
Los trabajos presentados y el nivel alcanzado por los proyectos reflejan el interés de los residentes por investigar. “Queremos seguir alimentando esa inquietud porque la investigación es una herramienta esencial para transformar la práctica médica y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes”, insiste el Dr. Ruiz Hornillos.
El primer premio ha sido para la Dra. Laura Conde, residente de tercer año de Cirugía Ortopédica y Traumatología, por su proyecto “Ensayo clínico aleatorizado del tratamiento quirúrgico de la inestabilidad lateral del tobillo: Broström-Gould modificado frente a reconstrucción artroscópica del ligamento peroneo astragalino anterior y del peroneo calcáneo con aloinjerto”.
Este trabajo aborda una patología frecuente en pacientes con esguinces de repetición: la inestabilidad crónica de tobillo. “Su objetivo -dice su responsable- es comparar dos técnicas quirúrgicas ampliamente utilizadas para determinar si una de ellas ofrece mejores resultados clínicos, mayor satisfacción de los pacientes o un perfil de complicaciones más favorable”. Actualmente, se encuentra en fase de reclutamiento, con una duración prevista de dos años.
Sobre la relevancia del concurso, la Dra. Conde opina que este tipo de iniciativas son fundamentales porque la investigación debe formar parte de la labor como médicos, igual que la práctica clínica. “Durante la residencia no solo aprendemos a tratar a los pacientes, sino también a cuestionarnos, buscar respuestas y generar nuevo conocimiento, por lo que contar con programas que reconozcan y apoyen la investigación de los residentes nos motiva, da oportunidades para formarnos en este ámbito y prepara mejor para nuestro futuro profesional, en el que la investigación puede ser una parte importante de nuestro trabajo”, afirma.
IL-6 como posible marcador pronóstico en el tromboembolismo pulmonar grave
El segundo premio ha recaído en la Dra. María Eugenia Díaz, residente de quinto año de Medicina Interna, por su estudio “TEPIL6”, un trabajo prospectivo que analiza si la interleucina-6 (IL-6) puede actuar como marcador pronóstico en pacientes con tromboembolismo pulmonar (TEP) grave no relacionado con Covid-19.
El estudio, que incluye a 41 pacientes, compara los niveles de IL-6 con otros biomarcadores habituales y analiza su relación con la gravedad del cuadro clínico mediante escalas como PESI. Los datos muestran que los pacientes con TEP grave presentan niveles significativamente más altos de IL-6 (p = 0,002), lo que sugiere que podría convertirse en un marcador útil para mejorar la estratificación del riesgo.
Según la Dra. Díaz, “el TEP grave tiene alta mortalidad y los marcadores actuales no siempre predicen bien el riesgo”. En este sentido, “el estudio busca mejorar la estratificación pronóstica añadiendo un marcador inflamatorio que refleje la sobrecarga del ventrículo derecho y el componente inflamatorio asociado”, apunta. La IL-6 podría ayudar a identificar antes a los pacientes de mayor riesgo y optimizar su manejo clínico; además, abre la puerta a estudiar tratamientos que modulen la respuesta inflamatoria.
En su opinión, iniciativas como el Concurso de Proyectos de Investigación para Residentes del HUIE “son muy valiosas porque fomentan la investigación durante la residencia y motivan a generar evidencia propia”.
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