En un periodo muy corto de tiempo, muchos españoles hemos cambiado nuestra forma de movernos gracias a Cabify, vendemos todo lo que no necesitamos a través de Wallapop, las empresas pueden captar el mejor talento con el apoyo de Job&Talent, jugamos con Gamersfy y hacemos planes con Fever, mientras que Wetaca cocina por nosotros y Glovo nos acerca cualquier cosa que podamos necesitar al lugar dónde estemos en minutos.
Estos son algunos ejemplos de cómo algunas startups se han convertido, no solo en parte de nuestras vidas, si no en inductoras de cambios profundos en las tendencias de consumo. Y todas ellas son, además, ejemplos valiosos del talento emprendedor español. Según datos del “Startup Ecosystem Overview 2019”, en nuestro país hay, en este momento, más de 4.000 startups, lo que supone un incremento del 55% respecto al año 2016. El informe pone de manifiesto que estas compañías emprendedoras crecen en España porque tenemos más talento tecnológico cualificado que nunca, además del creciente interés de los fondos internacionales que han empezado a invertir de manera regular en este tipo de empresas.
Las startups, por definición, son empresas innovadoras que experimentan un crecimiento muy rápido, con un equipo joven y dinámico y, normalmente, suponen una disrupción para la sociedad.
En este contexto, una de las principales claves para que una startup pueda triunfar es que sea capaz de comunicarse de una manera planificada con todos sus stakeholders. Es decir, las startups tienen que contar con una estrategia de Comunicación profesional, crear su storytelling, elaborar unos mensajes homogéneos pero a la vez orientados a cada uno de sus públicos, y que se adapten permanentemente al crecimiento del negocio.
Para ser eficaz en la creación de una estrategia de comunicación efectiva es necesario que tengamos en cuenta a todos los públicos que son importantes para una compañía de este tipo y comunicar de manera profesional a todos ellos desde un primer momento. Y, ¿quiénes son estos públicos? En primer lugar, los consumidores/clientes que son lo que tienen que adoptar costumbres distintas e innovadoras y entender los beneficios que los servicios de la compañía puede reportarles. Este extenso público necesita mensajes claros y atractivos para comprar el producto.
También los inversores son un público a tener en cuenta, pues las startup, en una primera etapa, acuden con frecuencia al mercado en busca de financiación. Por eso hay que contar con un mensaje muy bien construido que atraiga a los inversores y ofrezca confianza. En tercer lugar, los medios de comunicación como canalizadores de mensajes y creadores de opinión y de tendencias. Es vital mantener una relación fluida y transparente con ellos para que conozcan el potencial del modelo de negocio de la compañía y sus fortalezas.
También los influencers son relevantes para generar confianza entre los consumidores, fundamentalmente, en el momento de lanzamiento. Las estrategias con influencers suelen tener resultados bastante satisfactorios y positivos para el posicionamiento de nuevas marcas y productos en el mercado por las relaciones de confianza que han generado con sus públicos.
No hay que olvidar a los empleados. El rápido crecimiento que caracteriza a las startups hace que los equipos, normalmente formados por profesionales jóvenes, cambien constantemente para adaptarse a las necesidades que van surgiendo. Esto que suele considerarse como “frescura” y “flexibilidad” también hace que la gestión del talento a través de la comunicación interna sea complicada y, a la vez, muy necesaria tanto para atraerlo como para mantenerlo. Hay que tener en cuenta, además, la comunicación con los públicos institucionales, para que ellos también entiendan el modelo de negocio, especialmente en sectores de nueva creación como el delivery o la micromovilidad.
Pero para llegar de forma idónea a todos estos públicos, es vital la formación de los líderes empresariales en materia de comunicación para que puedan actuar correctamente como portavoces de su compañía. Ensayar e interiorizar un discurso cohesionado, entrenarse para poder comparecer ante los medios de comunicación, transmitir una imagen de compañía sólida y transparente, es fundamental. En definitiva, las startups tienen mucho que ganar si cuentan con una comunicación profesional. Conocer cómo funciona el ecosistema de los Medios, crear un relato y discurso potente y establecer una estrategia planificada, proactiva y eficaz, son claves para garantizar que un nuevo proyecto empresarial sea un éxito.
Silvia Rodríguez, directora de Estudio de Comunicación
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