El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús ha celebrado la XXI Jornada de Avances en Trastornos de Alimentación, en la que se ha analizado los cambios en el abordaje de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y la obesidad durante la pandemia.
En 2020 el Hospital ha registrado un 20 por ciento más de ingresos por este tipo de trastornos, principalmente por anorexia nerviosa. Según los especialistas, el confinamiento prolongado, el aislamiento social o el cierre de las escuelas han podido afectar al bienestar físico y mental de los niños y adolescentes, o precipitar y agravar algunos problemas mentales previos.
Varios factores de riesgo específicos, como la modificación de las actividades o rutinas de la vida diaria, la restricción social, el incremento y mal uso de redes sociales y una mayor incertidumbre y miedo como efecto emocional negativo de la pandemia, han incidido en el agravamiento de los trastornos de la alimentación. Además, factores considerados “protectores” como el apoyo social entre compañeros y familiares se han visto reducidos. Esto ha provocado una hipervigilancia al estado físico y un posible comienzo de conductas alimentarias anómalas.
En la Jornada también se ha abordado uno de los principales problemas provocados por la pandemia: la accesibilidad a los tratamientos presenciales. En la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Niño Jesús ha adaptado el tratamiento con el establecimiento de un programa de teleterapia combinada mediante videoconferencia, teléfono y consultas presenciales cuya eficacia está siendo evaluada.
Hospitalización domiciliaria para pacientes con trastornos de la alimentación
Durante la pandemia por COVID-19 se ha puesto en marcha la Hospitalización a Domicilio para Trastornos de Alimentación, un programa innovador de la Unidad de Trastornos de Comportamiento Alimentario del Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica del Hospital Niño Jesús, que se desarrolla en el marco de la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHAD) deL Hospital.
Se trata de un tratamiento desarrollado en el medio familiar como alternativa al ingreso en el hospital. Tiene como ventajas que altera menos la vida social y académica de los niños, los cambios terapéuticos se realizan en su entorno familiar habitual y se evita el impacto que tiene la hospitalización psiquiátrica en la vida de los niños y sus familias. No obstante, todo esto se realiza sin renunciar al beneficio de los cuidados médicos, psicológicos y de enfermería propios de la hospitalización.
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