El uso de mascarilla es algo habitual en casi todo el mundo debido a la pandemia por COVID-19. Sin embargo, para las personas que sufren una dermatosis facial, esto puede causar problemas adicionales. Según una encuesta realizada por Galderma, la pandemia puede afectar a los pacientes con rosácea, causando desde el empeoramiento de los signos y síntomas relacionado con el uso de la mascarilla, hasta la reducción del número de consultas médicas.
Los resultados de la encuesta, en la que participaron 220 personas de Canadá y Alemania, revelan que casi dos tercios de los encuestados (63%) están experimentando un empeoramiento de los síntomas de su enfermedad dermatológica relacionado con el uso de la mascarilla. Por ejemplo, enrojecimiento (75%), pápulas y/o pústulas (72%) y un aumento del número de brotes (53%).
No obstante, el 52% de los encuestados afirma usar la mascarilla para ocultar la enfermedad y el 40% admite no salir tan a menudo para evitar su uso. La encuesta también revela que el 30% está dedicando más tiempo a su rutina de cuidado facial durante la pandemia.
Además, el 48% de los encuestados ha cambiado su forma de controlar la enfermedad desde que usa mascarilla; el 51% ha probado productos sin receta y sólo el 27% ha recibido un nuevo tratamiento por su médico.
Para finalizar, la encuesta muestra que solo un 33% de los encuestados ha acudido a una consulta médica presencial desde que comenzó la pandemia y que el 8% ha realizado una consulta por videollamada. De los que no han pedido cita, el 47% afirmó que no quería hacerlo, mientras que el 21% declaró que no pudo concertarla.
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