Los económicos ajustan sus piezas ante la salida de ‘El Economista’

Los salmones están preocupados. En un par de semanas el nuevo económico El Economista de Alfonso de Salas verá la luz incorando un actor más a la apretada tarta publicitaria de los salmones españoles. Como es lógico el nuevo diario intentará situarse de la manera más rápida posible como preferencia de los lectores y anunciantes, a lo que Expansión, Cinco Días y la Gaceta pretenden responder potenciando sus propios modelos y redoblando los esfuerzos para evitar que el nuevo periódico les afecte sus números y sus cuentas.

¿Cuál será el mercado natural de El Economista? Difícil pregunta. En la propia redacción del nuevo diario se señala que su objetivo será ir a los lectores de Expansión, de momento líder de la prensa económica, aunque miembros del sector señalan que la realidad será que gane un poco de cuota de mercado de cada uno de los tres económicos.

Por lo que hemos podido saber, El Economista tendrá un perfil anglosajón, muy cercano a lo que es The Economist en Reino Unido, lo que efectivamente podría ser una dura competencia para el modelo Expansión, que combina la política con la economía. No obstante, Cinco Días y La Gaceta también han empezado a convertirse en híbridos silares, donde cada vez gana más tancia los temas macroeconómicos y empresariales en detrento de los financieros.

Es más El Economista también planea realizar un suplemento de fin de semana fuerte que competa con La Gaceta del sábado. El objetivo de El Economista, como es lógico, es abarcar el mayor número posible de público en el apretado mercado de prensa económica. El nuevo diario tendrá una tirada inicial de 20.000 ejemplares en un mercado en que Expansión (según datos de OJD) tiene un promedio de difusión de 46.700 ejemplares, Cinco Días tiene 30.400 y La Gaceta 27.200 ejemplares.

¿Qué harán los diarios? Pues de momento, reforzar sus apuestas potenciando sus propios modelos de negocio y redoblando los esfuerzos, aunque según reconocen al interior de las redacciones es bien poco lo que se puede hacer en estos momentos, más que confiar en que su audiencia y sus anunciantes sean fieles. La nueva batalla está servida. Todo comienza el 28 de febrero, día de salida de El Economista.

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