La reunión de la ejecutiva de la compañía americana General Motors concluía el pasado sábado sin materializar la venta de Opel. La decisión le ha costado el enfrentamiento con el gobierno alemán.
La dirección de GM aplazó de nuevo su decisión sobre la venta de Opel a uno de los dos grupos interesados, el holding austrocanadiense Magna y el inversor financiero belga RHJI, considerar que quedan aun demasiadas cuestiones abiertas.
El presidente del comité de empresa de Opel reiteró además su apuesta el grupo Magna, candidato favorecido también el Gobierno alemán, los estados federados con plantas de la firma automovilística y los distintos comités de empresa de las factorías.
Las reacciones de los presidentes de las regiones en las que se encuentran las factorías de General Motors no ocultan su malestar, y en las páginas de los dominicales alemanes, entre ellos la versión germana del Finanacial Tes, critican un comtamiento completamente inaceptable parte de los norteamericanos, a los que dicen, ‘les ta muy poco la presión del Gobierno alemán y su preferencia Magna‘. Y es que, Alemania sólo avalará la operación si General Motors se decide Magna.
